Dos 'ertzainas', implicados en el sumario por la intervención del teléfonó de Garaikoetxea

Dos miembros de la Ertzantza (policía autonómica vasca) y un funcionario de la Consejería de Interior del Gobierno vasco, Xabier Aguirre, se encuentran implicados en el sumario abierto por la intervención ilegal del teléfono de Carlos Garaikoetxea como posibles autores de la instalación en la subcentral telefónica de Zaranz de un dispositivo de escucha en la línea del ex lendakari. Xabier Aguirre, hermano del cabeza de lista del PNV por Vizcaya para las elecciones del día 30 -Íñigo Aguirre-, y los dos polícias autonómicos penetraron en la subcentral de Zarauz la tarde del 18 de agosto último provistos de un mandamiento judicial que les autorizaba a intervenir el teléfono de una persona sospechosa de traficar con drogas.

La condición de policías de dos de los implicados obliga a la juez de Azpeitia, Esther Erice, a trasladar el sumario a la Audiencia Provincial de San Sebastián ya que, de acuerdo con el fuero especial que asiste a la policía, los ertzainas, supuestos autores de un delito de esta naturaleza, no pueden ser procesados por los juzgados de primera instancia. Según fuentes de este periódico la investigación se encuentra prácticamente concluida, a expensas tan sólo de que la Audiencia Provincial reciba el sumario y decida, en su caso, los correspondientes procesamientos. Anoche, el sumario permanecía en Azpeitia pendiente únicamente de la firma del fiscal de ese juzgado de primera instancia.Por su parte Carlos Garalkoetxea, anunció ayer en Vitoria que se conocerán los nombres de todos los implicados tanto si hay procesamiento como si, el caso se sobresee y subrayó, según informa José M. Vitoria, que a su juicio "hay algo consistente cuando se envía a la Audiencia Provincial el asunto". El ex lendakari afirmó que está convencido de que su teléfono fue pinchado, y que los responsables son personas que por su cargo "no pueden ser juzgados".

Las investigaciones, que se han desarrollado de forma exhaustiva, han permitido, además de determinar los hechos y a sus posibles autores, descubrir un complicado y confuso entramado de grupos policiales o seudopoliciales vinculados a la Ertzantza, a la Consejería de Interior o al propio PNV.

Alguna de las personas que aparecen relacionadas directa o indirectamente en el caso no parecen tener un servicio o una misión específica y no todas perciben sus nóminas de la Consejería de Interior. En las declaraciones prestadas en el juzgado de Azpeitia, los supuestamente implicados se remiten en ocasiones a instrucciones recibidas de otras personas, una línea de investigación interrumpida tras la muerte de Genaro García Andoáin, el máximo responsable del departamento de investigación de la Ertzantza que perdió la vida el pasado 2 de noviembre en el alto de Barazar (Álava) en un enfrentamiento con el comando de ETA que mantenía secuestrado -al industrial Lucio Aguinagalde.

La instalación del dispositivo de escucha en la: terminal de la línea telefónica de Carlos Garalkoetxea se produjo la misma tarde del 18 de agosto ya que, a juicio de los técnicos de la Telefónica, el empalme de las líneas, "un montaje chapucero y muy elemental", según sus palabras, implicaba necesaria y automáticamente la interferencia de los dos teléfonos. Este hecho dio pie en un primer momento a especular con la posibilidad de que el dispositivo de escucha hubiera sido instalado precisamente para ser descubierto por personas interesadas en crear un escándalo.

La misma tarde del 18 de agosto, poco después de las cuatro de la tarde, la familia Olascuaga y Carlos Garaikoetxea comprobaron que sus- teléfonos se interferían haciendo imposible una comunicación normal y al día siguiente dieron aviso de avería. Los técnicos de las compañía inspeccionaron las líneas sin encontrar nada anormal y posteriormente descubrieron en la subcentral de Zarauz el dispositivo de escucha.

Luis Solana, presidente de la compañía, informó personalmente al ex lendakari que su línea telefónica había sido manipulada desde la subcentral sin que existiera ningún mandamiento judicial que autorizara esa intervención. Garaikoetxea presentó denuncia y la juez de Azpeitia encomendó la investigación a la Ertzaritza, cuerpo policial que se encuentra desplegado en esta comarca.

Las primeras investigaciones permitieron comprobar que el número con la cifra anterior al del vecino de Orio corresponde al de una vivienda de Zarauz alquilada en marzo último a nombre de su mujer por Javier Zumalde Romero, El cabra, un antiguo activista de los primeros tiempos de ETA conocido por sus particulares teorías sobre la insurrección armada en Euskadi y su pasión por las armas. El nombre de Zumalde fue asociado ya en un medio de comunicación con el grupo encargado de formar el embrión de la policía: vasca. Se afirmó entonces que había participado en un cursillo de adiestramiento impartido en Alemania por la policía de este país y que la Consejería vasca de Interior le había asignado un puesto como asesor.

Estas informaciones fueron entonces desmentidas por el viceconsejero de Interior, Eli Galdós, hombre ligado a Javier Zumalde por una antigua amistad. Años después, El cabra ha sido relacionado con el grupo Ekintza, un grupo especial con labores de información que constituye el núcleo de lo que puede ser el servicio secreto de la policía autónoma. En los últimos años, desde el sindicato Erne de la policía autónoma se ha insinuado repetidamente que el citado colectivo está estrechamente conectado con el aparato del PNV.