Melilla y EL PAÍS

Soy un asiduo lector de su periódico y no puedo menos que manifestarle mi consternación por el editorial aparecido en EL PAÍS de fecha 11 de noviembre pasado titulado La demagogia y el avestruz, que me parece la antología del editorial superficial y hueco. En él se viene a decir que concediendo la nacionalidad española a 20.000 musulmanes en Melilla se solucionarían los problemas allí.Como rectificar es de sabios, me parece que las manifestaciones de un líder musulmán de nacionalidad española, que en el espacio de pocas semanas ha cambiado la postura de decir que Melilla es española a decir que es "árabe, musulmana y magrebí", harán reflexionar al voluntarioso columnista y, sin merma de su dignidad, escribir exactamente lo contrario, es decir, que concediendo la nacionalidad española a 20.000 musulmanes es cuando empezarían los auténticos problemas.

Asimismo, en lo que se refiere al Gobierno de la nación, éste debería afrontar los múltiples chantajes, incluido el del tribunal de Estrasburgo y las malas caras de los jeques con coraje, no cediendo en lo que sería abrir un hueco irreparable en nuestra seguridad nacional y evitando dejar un trágico legado en el futuro-