_
_
_
_

Los ciudadanos soviéticos podrán abrir cafés de su propiedad a partir del próximo mayo

Pilar Bonet

Una treintena de actividades laborales individuales en los sectores de servicios y producción artesanal quedarán legalizadas a partir del Primero de Mayo de 1987, cuando entre en vigor la ley aprobada unánimemente ayer por el Soviet Supremo (Parlamento formal) de la URSS. La lista de actividades que dejarán de ser perseguidas por el Estado, previa consecución de una licencia y pago de impuestos, comprende desde la utilización del coche propio como taxi hasta la apertura de cafés en régimen familiar, pasando por peluquerías, salones de belleza, servicios de mejora de viviendas y de aparatos eléctricos y coches.

Más información
La ley se lo permite, pero ...

La lista incluye la confección de ropa, la reparación de calzado, la fabricación de muebles, de juguetes, alfombras y objetos artesanales, las clases particulares, traducciones, servicios de fotografía y el servicio doméstico a personas incapacitadas. Algunas de las actividades recogidas, tales como las clases particulares o la copia mecanográfica, eran permitidas antes de la aprobación de esta ley, pero la normativa era extremadamente complicada.La Constitución soviética permite la actividad individual en su artículo 17, según recordó ayer Iván Gladki, presidente del Comité Estatal de Trabajo y Asuntos Sociales. Gladki, que fue el encargado de presentar la ley en presencia del líder, Mijail Gorbachov, señaló, sin embargo, que las normativas existentes se habían quedado anticuadas o no recogían las nuevas realidades.

El texto prohibe la contratación de mano de obra, a diferencia de lo que sucede en países socialistas europeos, como Hungría, donde pueden formarse empresas familiares susceptibles de contratar a 10 empleados además de un tope de 10 miembros de la familia.

La ley tampoco prevé la existencia de tiendas privadas de comercio. El comercio será sólo "cooperativo", dijo ayer Gladki en una conversación posterior aclaratoria con periodistas asistentes a la sesión del Soviet Supremo. El funcionario insistió en que la ley no trata de legalizar "ninguna empresa privada".

El texto se basa en cuatro principios enumerados ayer por Gladki. Estos son:

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

1. El Estado está encargado de regular la actividad individual laboral y su utilización en interés de la sociedad.

2. Se eliminarán todas las limitaciones artificiales a las actividades individuales útiles para la sociedad.

3. Los ingresos del trabajo individual deben estar de acuerdo con el trabajo invertido y el principio de justicia social

4. La regulación de los permisos de trabajo individual corresponde a los consejos locales (órganos de Gobierno).

La ley se limita a constituirse en marco de actividades que ya existían de hecho, y sale al pase de la crónica incapacidad del Estado para satisfacer la demanda de bienes y servicios de la población.

Pese a la anterioridad del debate sobre la posibilidad de legalizar servicios regentados por los particulares, el punto de referencia utilizado ayer para justificar las "nuevas formas de organización" fue un discurso pronunciado por el líder Mijail Gorbachov en julio pasado, en Abarobsk. Gladki manifestó que entre dos o tres millones de personas podrán acogerse a la ley cuando esta entre en vigor.

Los Soviets locales (organismos de Gobierno local), además de regular financieramente las actividades individuales, deben también facilitar locales y materiales para que éstas puedan ser llevadas a cabo. La ley prevé la organización de relaciones contractuales por parte de ciudadanos o grupos de ciudadanos organizados en cooperativa con empresas e instituciones pertenecientes al sector social.

El régimen familiar, en el que podrán funcionar, por ejemplo, los cafés, recoge la posibilidad de participación de todos los miembros de la familia que vivan bajo un mismo techo. La treintena de actividades registradas en el texo estatal puede completarse con otras que se ajusten a las tradicionales o costumbres o necesilades locales, según dijo Gladki, que citó como ejemplo la preparición de pan, de envinagrados y le col agria.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_