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EL ENIGMA DE PYONGYANG

El presidente norcoreano pone fin a los rumores de su muerte al recibir al jefe del Estado mongol

RAMóN VILARÓ, ENVIADO ESPECIAL El líder de Corea del Norte, Kim Il Sung, recibió ayer en Pyongyang al jefe del Estado de Mongolia, Jambyn Batmunj, desmintiendo así los rumores difundidos los pasados domingo y lunes por el Gobierno de Seúl según los cuales el principal político norcoreano había sido víctima de un compló. En Corea del Sur sigue especulándose sobre lo que puede estar sucediendo por encima del paralelo 38, en un país al que tienen cerrado el acceso los medios de comunicación occidentales. Las hipótesis van desde una lucha interna por el poder hasta una "compleja" guerra psicológica contra Seúl.

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Una treintena de representantes extranjeros acreditados en Pyongyang, la capital de Corea del Norte , pudieron verificar ayer la reaparición de Kim Il Sung, de 74 años de edad, vestido con un abrigo azul marino y un sombrero, en buena salud y conversando con su invitado."Le he visto con mis propios ojos, en aparente estado de buena salud y sonriente", declaró Wolfgang Entmayer, representante de la oficina comercial de Austria en Corea del Norte, en conversación telefónica con periodistas occidentales instalados en Seill, la capital de Corea del Sur.

La agencia de noticias china fue la primera en dar la noticia al mundo, poco antes de que la agencia de noticias de Corea del Norte difundiera, vía Tokio, una foto oficial del saludo entre los dos líderes. Poco después la televisión china ofreció unas imágenes de su encuentro en el aeropuerto de Pyongyang y la radio oficial norcoreana emitió algunos párrafos del discurso de bienvenida que el presidente Kim, que dirige uno de los regímenes más cerrados del mundo, leyó a su colega mongol.

Acababa así un paréntesis de unas 35 horas, durante las cuales se especuló con la posible muerte de Kim Il Sung, noticia anunciada, según Seúl, desde los propios altavoces instalados por Corea del Norte a lo largo de los 250 kilómetros de zona desmilitarizada, en torno al paralelo 38, que divide a la península coreana en dos Estados, desde el término de la guerra de Corea, en 1956.

Los medios oficiales surcoreanos destacaban ayer el hecho de que el ministro de Defensa norcoreano, el mariscal 0 Jin U, no estaba presente en los actos oficiales de recibimiento realizados ayer en el aeropuerto de Pyonyang al presidente de Mongolia.

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"En las últimas semanas ha habido movimientos de tropas en la zona fronteriza", afirmaron fuentes militares surcoreanas que no excluyen la posibilidad de que el ministro de Defensa controlara militarmente parte de Corea del Norte.

Esta versión fue inmediatamente puesta en duda, ya que el mariscal 0 Jin U resultó herido en un accidente de tráfico en septiembre y desde entonces no ha sido visto en público.

Las mismas fuentes insistían en que los altavoces de la zona fronteriza continuaron difundiendo alusiones a la desaparición política de Kim Il Sung hasta primeras horas de la mañana, después de que Radio Pyonyang hubiera desmentido ya los rumores sobre su muerte y hasta unas horas antes de que apareciera en el aeropuerto de la capital norcoreana para recibir al presidente Batmunj.

"Nuestro ministro de Defensa ha tomado el mando y recibe el apoyo del pueblo", o "Kim Il Sung ha transferido todo su poder político a Kim Jong ll", afirmaban en la mañana de ayer -según Seúl- los altavoces norcoreanos de la zona desmilitarizada. Resulta también significativo que Kim Jong Il, hijo del líder norcoreano y su sucesor designado, no estaba tampoco presente en los actos de bienvenida al presidente de Mongolia.

El ministro surcoreano de Defensa, Lee Ki Baek -que fue el primero en lanzar el pasado lunes los rumores de una posible desaparición del líder norcoreano, víctima de un supuesto atentado- afirmó que el Gobierno de su país sigue con gran atención la situación en Corea del Norte, donde, en su opinión, hay movimientos de lucha por el poder o bien se ha desencadenado una campaña de "compleja" guerra psicológica contra Corea del Sur. "En cualquier caso", dijo el ministro surcoreano de Defensa, "nuestros militares cuentan con fuertes contramedidas para responder".

Medios militares norteamericanos en Seúl afirmaron que los 40.000 soldados estadounidenses estacionados en Corea del Sur desde el término de la guerra de Corea se encuentran en estado de alerta normal. Mientras, Corea del Sur ha colocado en estado de alerta a sus tropas y de máxima alerta a sus fuerzas de policía.

Por su parte, los dirigentes del Nuevo Partido Democrático Coreano (NPDC), la principal fuerza de oposición surcoreana al régimen autoritario del general Chun Doo Huan, solicitaron ayer "la dimisión en bloque" del Gobierno, por "haber originado una fuerte confusión" al anunciar la muerte de Kim. Esta decisión del NPDC fue calificada de "injustificada" por parte del partido mayoritario en el poder, el Partido de la Justicia Democrática.

Todo ello en un ambiente de tensión política en Corea del Sur, con múltiples restricciones democráticas, varias centenas de estudiantes encarcelados y el anuncio de una manifestación masiva para el próximo día 29, en protesta contra el Gobierno del presidente Chun.

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