_
_
_
_

Juan Pablo II inicia hoy un viaje más largo que la vuelta al mundo

Juan Arias

Juan Pablo II inicia esta tarde una nueva andadura apostólica y el viaje más largo de su pontificado. Recorrerá en avión 48.974 kilómetros, es decir, más de lo que supone dar la vuelta a la Tierra, y permanecerá fuera del Vaticano hasta la medianoche del 1 de diciembre. Durante este viaje visitará Bangladesh, Singapur, las islas Fiyi, Nueva Zelanda, Australia y las islas Seychelles.

Sólo en el interior de Australia recorrerá 11.000 kilómetros, "experimentando en su propia carne", como ha comentado el ministro de Inmigración y Asuntos Étnicos de ese país, Christopher Hurford, "la tiranía de las distancias" de ese joven continente, que, con sólo 15 millones de habitantes, es una vez y media más grande que toda Europa.Será ésta la tercera vez que el papa Juan Pablo II llegará hasta los mares de Oriente, Asia y Oceanía. Esto como Papa, porque, como arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla había estado ya en Australia, como lo revela una fotografía publicada por el periódico vaticano L'Osservatore Romano en la que aparece el obispo polaco dando de comer a un canguro en un parque.

Y es la segunda vez que un Papa visita Australia. El primero en llegar a aquellas lejanas tierras fue Pablo VI, a primeros de diciembre de 1970. Pero mientras que el papa Montini estuvo sólo en Sidney dos días, el papa Wojtyla se detendrá una semana entera en Australia y recorrerá todo el continente de punta a punta, visitando nueve ciudades.

Crisis de identidad

En realidad, este nuevo viaje intercontinental estuvo concebido como una verdadera misión en Australia. Pero, como ocurre con todos los viajes papales, poco a poco el programa fue inflándose, y se le añadieron las escalas de Bangladesh, Singapur, islas Fiyi, Nueva Zelanda y las Seychelles.Las preocupaciones del papa Wojtyla por Australia no sólo radican en que se trata de un continente donde los 4.220.000 católicos cubren menos de un tercio de la población del país: además, este colectivo está viviendo una profunda crisis de identidad, caracterizada por fuertes presiones secularizadoras y por la extensión de una cierta indiferencia religiosa entre los fieles.

Además, en Australia, con una cierta connivencia de la jerarquía, y sobre todo del clero más progresista, existe hoy una gran apertura hacia los nuevos problemas de la biogenética y hacia la moral sexual. De ahí que se piense que los discursos que pronuncie el Papa en ese país puedan revestir un interés particular.

Pero no sólo es Australia lo que preocupa a Juan Pablo II. También le preocupa Nueva Zelanda, donde los católicos son sólo el 14% de la población -y al menos la mitad de ellos no practicantes- y donde los jóvenes de las escuelas católicas son aún menos religiosos que los de las escuelas públicas, debido a la acentuada crítica hacia las instituciones de la Iglesia latente en el clero. Los católicos no son mayoría en ninguna de las 17 ciudades que visitará el Papa en este viaje (en el que superará, sumando el recorrido total de los efectuados en su pontificado, la distancia de la Tierra a la Luna). De ahí que el Vaticano haya comentado que este periplo es, más que ningún otro, auténticamente misionero.

Mezcla de culturas

La primera etapa es Dhaka, la capital de Bangladesh, considerada como la segunda Calcuta de Asia por su infinita miseria. El 80% de su población padece desnutrición, y hay sólo un 0,21% de católicos.En su segunda etapa, en Singapur, considerada como la tercera China y el país más rico de Asia después de Japón, el Papa estará sólo siete horas, y ni siquiera dormirá allí. Dando un salto de 10 horas de avión, Juan Pablo II llegará luego a las maravillosas islas Fiyi.

El verdadero viaje

A partir de ahí, en Nueva Zelanda y Australia, empezará el verdadero viaje del Papa, que abordará en estos dos últimos países dos problemas muy espinosos para aquellas tierras: el de los aborígenes, con la consiguiente mezcla de culturas, y el de la emigración.Australia demuestra ahora gran resistencia a abrir sus fronteras, tanto por la crisis económica como por el miedo al peligro amarillo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_