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Reportaje:LA INSEGURIDAD CIUDADANA EN EL CINTURÓN DE MADRID /y 4

Majadahonda crea su propio plan de seguridad

El robo en chales, principal amenaza de los pueblos del oeste y de la sierra

Los habitantes de los pueblos del noroeste de la capital -Pozuelo, Majadahonda o Las Rozas- y los de la sierra oeste -Collado Villaba, El Escorial, Torrelodones han tenido que aprender a enfrentarse a una delincuencia especializada en los saqueos de viviendas unifamiliares aisladas, urbanizaciones y chalés de fin de semana. El Ayuntamiento de Majadahonda ha realizado su propio plan de seguridad, que incluye la colocación de alarmas conectadas a la policía. Cada ciudadano puede adquirir un radioteléfono conectado a los servicios municipales por unas 100.000 pesetas.

Han elaborado esta infornmación: Ana Roldán (Leganés), Juan Antonio Carbajo (Móstoles y Alcorcón), Laura España (Getafe y Parla), Cora Sánchez (Fuenlabrada), Antonia Sánchez Vara (Aranjuez), Juan Carlos Cueto (Pozuelo y Majadahonda), Concha Gil (Alcobendas y San Sebastián de los Reyes), Luz Sánchez Mellado (Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz y Coslada) y Luis Esteban (Collado Villalba, El Escorial)

Conciertos de La Coartada (26 minutos de actuación), Los Nikis (22 minutos) y Gabinete Caligari (26 minutos). Sala Universal. Madrid, 15 de noviembre.

Los pueblos de la zona noroeste de Madrid, como Pozuelo (36.000 vecinos), Majadahonda (29.000), Las Rozas (21.000) y Boadilla del Monte (8.000), presentan unas características peculiares geográfica y socialmente. Esto se debe en gran parte a la proliferación de urbanizaciones de nivel medio y alto con viviendas unifamiliares.En general los habitantes no participan demasiado de la vida del pueblo -quizás la excepción a esto sea Majadahonda-, normalmente trabajan en Madrid, adonde se desplazan en coche particular, y vuelven por las tardes en busca de la tranquilidad que les da la zona. En numerosas ocasiones se ha dicho que esta era la zona de los yuppies españoles.

Los delitos más frecuentes son los robos en domicilios, que se han reducido con el crecimiento de la población estable frente a la de temporada o fin de semana. Pueblos como Boadilla, que hasta hace no demasiados años tenían una población de temporada que era casi el 40% de la población total, están viendo asentarse a sus habitantes, lo cual contribuye a disminuir los robos al no quedarse las viviendas abandonadas durante varios días.

Las urbanizaciones están protegidas por un servicio de vigilancia encargado a empresasprivadas de seguridad que habitualmente vigila los accesos, y patrullan día y noche por las urbanizaciones. Los distintos cuerpos de seguridad coinciden en afirmar que muchos de los robos que se producen se deben a la negligencia de los propietarios que gastan grandes cantidades de dinero en sistemas de seguridad para luego dejarse la puerta de la casa abierta o las ventanillas del coche bajadas.

Las sustracciones de coches en proporción con otras zonas no son elevadas, pero sí se producen muchos robos de bicicletas y ciclomotores, medio de transporte de una gran parte de la población joven. Normalmente los delincuentes, según los responsables de seguridad de la zona, proceden de otras áreas, de Madrid capital y su periferia.

Alarma a 100.000 pesetas

En Pozuelo el número de detenciones en 1985 fue de 103. Los agresores fueron rápidamente identificados y detenidos pocos días después, según la Policía Municipal. Los datos de la delegación de Gobierno para este municipio son los siguientes: 579 denuncias presentadas en 1984; 809 en 1975, y 732 en 1986.

En Majadahonda la seguridad está a cargo de, la Guardia Civil de Las Rozas, y de la policía municipal. Los delitos más flécuentes son los robos a domicilios y algunos atracos a tiendas. Majadahonda cuenta con un plan general de seguridad puesto en marcha por el Ayuntamiento.

El plan está dividido en tres fases de las cuales las dos primeras están en funcionamiento. La primera consiste en la dotación humana y técnica de medios a la policía municipal para conseguir una función efectiva de prevención al ciudadano. La segunda fase consiste en un servicio de radiocomunicaciones con la policía municipal.

De este modo, los abonados pueden solicitar ayuda directamente mediante un radioteléfono por el cual tendrán acceso a cualquier servicio urgente (policía, ambulancia o bomberos). El precio de este servicio, del que puede disponercualquier ciudadano es de 24.000 pesetas anuales más la compra del radioteléfono homologado, que cuesta alrededor de 80.000 pesetas. El tercer punto del plan de seguridad, que aún no está en marcha, consiste en una red de alarmas.

En Majadahonda existe también el gamberrismo, que en este caso está protagonizado por bandas de jóvenes que rondan los 16 años y de signo ultraderechista. Se conocen tres de estas bandas: Zepo, Bases Autónomas (BBA), Wolverines.

Según la Policía Municipal, habitualmente sólo realizan gamberradas de poca importancia. Hace algunos días hicieron pintadas en el polideportivo recién inaugurado. Fueron localizados por la policía y obligados a limpiar la fachada que habían ensuciado.

Población flotante

En la sierra de Guadarrama, el robo en chalés desocupados se lleva la palma. La razón está en una población flotante que se multiplica en verano y los fines de semana. En la época estival, un pueblo como Collado Villalba, de 20.000 habitantes, puede llegar a sobrepasar los 100.000. En invierno, las viviendas deshabitadas -segundas residencias para los vecinos de Madrid- están a tiro de los desvalijadores de inmuebles.

En la sierra, sin contar con poblaciones como Las Rozas, con más de 20.000 habitantes, y Majadahonda, que se acerca a los 30.000, el pueblo con mayor número de delitos es Collado Villalba, donde se concentran 40 urbanizaciones debido, principalmente, al número de habitantes, a sus 40 urbanizaciones y a su extensión geográfica (25 kilómetros cuadrados). Según la Guardia Civil, en 1985 se denunciaron en Collado Villalba 10 delitos por robo y hurto, 11 por infracción al Código Penal, cinco contra entidades bancarias, 194 contra urbanizaciones (chalés), 12 delitos con lesiones personales, ocho contra personas sin lesiones y otros 84 delitos de distinto tipo.

En el resto de los pueblos apenas existe delincuencia y el delito más común es el robo de chalés deshabitados, en poblaciones como Torrelodones o San Lorenzo del Escorial se dan unos seis robos anualmente. La media de la cantidad sustraída se aproxima a las 250.000 pesetas por robo.

Un 80% de los delitos cometidos está relacionado con el consumo de estupefacientes. La edad media del delincuente está entre los 18 y los 30 años y no pertenecen a un determinado estrato social. Por otra parte, el 70% de estos delincuentes no residen en la zona y generalmente provienen de Madrid.

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