El casticismo atenaza a la cultura española, según José Antonio Maravall

José Antonio Maravall, catedrático de la universidad Complutense de Madrid, que presidió esta semana el seminario España-Europa en la historia, opina que el casticismo atenaza a España desde hace tiempo. Maravall cree también que el peso de la cultura española en la cultura europea es intenso desde hace tiempo. El escritor Francisco Ayala, que también cree en una cultura común europea, culpa a los intelectuales españoles de no haber promovido el debate sobre la integración española en la Comunidad Europea y la OTAN.

"No hay peor mal para un país que el casticismo, que el mirarse al ombligo, que es lo que realmente se hace aquí desde hace mucho tiempo", asevera José Antonio Maravall. El catedrático de Historia tiene, sin embargo, una visión optimista de la cultura española respecto de la europea. Asegura que el europeísmo de José Ortega y Gassett se ha alcanzado en gran medida. El avance realizado en los últimos cincuenta años en España ha sido enorme, a los ojos de Maravall. "Hoy muchos colegas como yo son doctores honoris causa en universidades extranjeras; participamos en los coloquios internacionales y nuestros estudios se traducen a otros idiomas", dice. "La filología, la historia, la economía o la biología cuentan con eminentes profesores, como Dámaso Alonso, Antonio Díez del Corral, Antonio Domínguez Ortiz o Luis García Bellido, por citar algunos, reconocidos en todo el mundo"."El avance tecnológico ha sido tan fenomenal que ha dejado chicas a las naciones antiguas", dice Francisco Ayala, que añade, pesimista: "La creación cultural está en un estado desastroso en todas partes porque la cultura implica, creo yo, el ver una perspectiva hacia adelante y hoy la gente no ve esa perspectiva". Ayala, que cree positiva la búsqueda de la unión europea, es de la opinión de que los intelectuales españoles han mantenido una postura reaccionaria frente a la integración española en el continente. "Cuando hablo de integración, me refiero tanto a la Comunidad Europea como a la OTAN porque creo que son cosas iguales, organizaciones integradoras de un mundo que, de otra forma, se deshace". Según Ayala, lo intelectuales españoles no han propiciado un debate en profundidad. "Se han limitado a hacer manifestaciones de voluntad", dice. "En eso han coincidido con los políticos. Una actitud que en los políticos me parece disculpable porque su misión es manejar la realidad como mejor puedan. En los intelectuales no, porque tienen la obligación de entenderla".

Mitos del franquismo

La cultura europea, de la que la cultura española forma parte no tiene un patrón único, según Fernando Morán, pero sí está formada por diversas culturas nacionales "asentadas en unos valores comunes". "Cualquiera de nosotros reconoce como europeo, como algo más cercano lo escrito por un Pasternak o un Kundera", añade el ex ministro de Asuntos Exteriores "Yo he leído a Wole Soyinka y le aseguro que se nota claramente que no es un escritor europeo".Fernando Morán opina que en EE UU se desconoce la cultura europea. "Europa es para los norteamericanos sólo un objeto bello y refinado. Es claro que en Estados Unidos no hay hoy esa situación de los años 30 o 40 de receptividad hacia la cultura europea, que ven menos vital que la propia".

La gran influencia de la cultura norteamericana en nuestro país no es un hecho que alarme a Francisco Ayala. "Lo importante es que haya una variada oferta cultural. Si hay una política cultural del Estado que sea legítima, ésta consiste a mis ojos en abrir la oferta".

La apertura hacia Europa, según muchos de los ponentes del seminario España-Europa en la historia, nunca ha cesado. Maravall cree incluso que el franquismo fomentó la destrucción, por rechazo, de mitos patrioteros que el dictador quiso imponer y que la dictadura creó un ansia de apertura hacia Europa cuyos resultados se están viendo ahora.

José Luis Abellán, catedrático de la Complutense y director del seminario, cree que, además de abrir el debate, el resultado del mismo ha sido confirmar que hay una conciencia europea muy arraigada en nuestra sociedad, que la cultura española añade a la europea su talante globalizador y que la utopía de Europa ha sido un motor dinamizador.