España, lugar de paso para la venta de armas a Irán

Altos cargos del Gobierno español han reconocido que en los últimos años, especialmente hasta finales de 1983, aeropuertos y puertos españoles han sido utilizados como lugares "habituales" en el tráfico de armas hacia Irán. Los países de los que procedían los cargamentos eran, fundamentalmente, americanos -como EEUU, Argentina, Chile y Brasil- y europeos, sobre todo Italia, según las fuentes. A partir de 1983 se incrementaron los controles, y ese comercio, ilegal cuando se trata de envíos a países en guerra, se desplazó hacia Portugal. Las fuentes reconocen que, sin embargo, aún hay casos en España.

Un miembro de la Oficina del Portavoz del Gobierno aseguró ayer que "no hay constancia de que aviones norteamericanos aterrizaran en aeropuertos españoles, con armas destinadas a Irán, en las fechas indicadas por la Prensa estadounidense". La puntualización gubernamental no implica un desmentido tajante, ya que las autoridades de, Aviación Civil admiten que no controlan normalmente la carga de aviones en tránsito. Por el contrario, fuentes del Ejército del Aire afirmaron que tienen "plena seguridad de que esas partidas no han pasado por aeropuertos militares, incluidos los de utilización conjunta hispano-norteamericana".La subsecretaria de Aviación Civil explicó que los aviones de la compañía norteamericana presuntamente implicada en el tráfico, International Air Tours, no ha aterrizado en suelo español en el último mes y medio, pero no pudo precisar cuantas veces lo hizo en 1985 y en los seis primeros meses de este año.

Según el procedimiento normal, una compañía que no utilice frecuentemente los servicios de aeropuertos españoles se limita a pagar el canon a pie de avión y a entregar un manifiesto de carga en el que señala su punto de origen y destino, sucarga y número de toneladas. Salvo que haya un chivatazo o una sospecha fundada, se da por supuesto que la documentación es correcta.

"Si se controlaran todos los envíos, un aeropuerto como el de Madrid-Barajas podría quedar colapsado", señalaron las fuentes de Aviación Civil, que recordaron, por otra parte, que la líneas aérea iraní, Iran Air, no vuela a España desde el 3 de enero de 1984, pese a que presentó un programa de actividades para 1985 y 1986 que fue aceptado.

Fuentes de la Administración aseguran que el tráfico de armas con Irán a través de España tuvo su auge a principios de los ochenta, momento en el que los intermediarios llegaron a dispóner de un almacén situado en las proximidades del aeropuerto de Barajas, que fue clausurado en 1983 por orden gubernamental.

Varios de esos intermediarios tenían sus oficinas comerciales en el edificio situado en el número 32 de la avenida de General Perón, de Madrid, si bien algunas de esas oficinas aparecían como sociedades británicas, suizas o portuguesas.

En algunas ocasiones, se creó una sociedad de ese tipo sólo para una operación determinada y, una vez realizada ésta, se disolvió. En este contexto, se han registrado desfalcos de gran importancia.

Un iraní que creó una de esas oficinas logró huir con cuatro millones de dólares (unos 540 millones de pesetas) pagados por Irán a cambio de una inexistente partida de material electrónico avanzado de uso militar.

Con respecto a las armas procedentes de EE UU y destinadas a Irán, las fuentes informantes han indicado que, además de Madrid, han sido utilizados aeropuertos de Portugal, Israel y Corea del Sur.

Aviones de las fuerzas aéreas iraníes, de procedencia estadounidense, como los F-4, continúan hoy operativos, lo que implica que Teherán ha recibido periódicamente repuestos.

Otros cargamentos procedentes de Argentina, Chile o Italia han pasado por el aeropuerto de Barajas y, en alguna ocasión, han sido descubiertos por las autoridades españolas y debieron ser devueltos a su país de origen. En diciembre de 1982, por ejemplo, un Boeing 747 de Iran Air -en los últimos años del régimen del sha eran continuas las visitas a Madrid de estos aparatos, con annas en sus bodegas- fue retenido cuando transportaba hacia Teherán armas fabricadas en Argentina.

La conexión portuguesa

Portugal ha sido también un centro importante para el tránsito de suministros norteamericano, informa Francisco G. Basterra desde Washington.

Según la revista Newsweek, un aeropuerto de este país fue utilizado como escala en la última operación, destinada a lograr la liberación de rehenes estadounidenses. Los intermnediarios fueron ex agentes del Mosad (servicio secreto israelí), negociantes israelíes de armas y un exiliado iraní.

El multimillonario saudí Adnam Kashoggi, que frecuenta las costas españolas y que ha hecho parte de su fortuna con la venta de armamento, fue el encargado de transmitir a Israel y a Estados Unidos la lista de suministros que necesitaba Teherán, en la que figuraban repuestos para aviones F-4, misiles antiaéreos Hawk y equipos de radar, informa el semanario Time.

A partir del otoño de 1985, Washington envió directamente los suministros a Portugal, desde donde, en vuelo charter, viajaron a Israel, con destino final en Teherán. Israel prepató otros dos cargamentos aéreos en noviembre de ese mismo año, pero la Casa Blanca no autorizó su entrega. A partir de diciembre, coincidiendo con la dimisión de Robert McFarlane como consejero de Seguridad Nacional, los vuelos se interrumpieron, y se hizo cargo de la operación el consejero del primer ministro israelí para cuestiones de terrorismo, Amiram Nir.