El Comecon apoya la postura de Moscú en Reikiavik
Los máximos dirigentes de los países miembros del Comecon (mercado común socialista) finalizaron ayer su reunión de dos días en Moscú, en la cual expresaron su apoyo a la postura de Mijail Gorbachov en Reikiavik. Los líderes trataron temas relacionados con la cooperación económica, que no fueron dados a conocer en detalle por la escasa e inconcreta información oficial del encuentro facilitada por la agencia Tass.
Los líderes de Hungría (Janos Kadar), Rumania (Nikolai Ceaucescu), República Democrática Alemana (Erich Honecker), Unión Soviética (Mijail Gorbachov), Vietnam (Truong Chinh), Polonia (Wojciech Jaruzelski), Cuba (Fidel Castro), Bulgaria (Todor Yivkov), Checoslovaquia (Gustav Husak) y Mongolia (Zambyn Batmunk) mantuvieron en Moscú la segunda reunión de alto nivel en el marco del Comecon desde que, en el verano de 1984, se celebrara una primera cumbre de este género.Aquella reunión fue demorada largamente y, a diferencia de la actual, concluyó con gran despliegue publicitario y dos largos documentos, uno político y otro económico.
Con la llegada al poder de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética, los contactos en el seno de la comunidad socialista, tanto multilaterales, en el marco del Pacto de Varsovia o del propio Comecon, como bilaterales se han activado, pero también parecen haberse agudizado algunas tensiones provocadas por los intentos de hacer más eficaz una cooperación, que en el pasado tenía a menudo un carácter meramente formal.
Tanto lo político como lo económico formaron parte de los temas discutidos en la reunión de Moscú, celebrada menos de una semana después de la cláusura de la reunión ordinaria anual de los jefes de Gobierno del Comecon en Bucarest.
La descripción del ambiente en la cumbre dada por la agencia Tass no se ajusta a las fórmulas diplomáticas habituales, pues contiene elementos que se consideran contradictorios en estos clichés. Así, según la agencia, el encuentro se celebró en una atmósfera "cordial y franca, de comprensión mutua y de unidad sobre todos los temas discutidos".
Bajo estas formulaciones vagas se encuentra, en opinión de los observadores económicos, el intento de coordinar y racionalizar la cooperación económica del grupo, que en diciembre del año pasado aprobó ya un programa de cooperación tecnológica hasta el año 2000.
En el ámbito político int.ernacional, Tass se limitaba a decir que los participantes en la reunión apoyaron "la política de principios de la URSS en Reikiavik".
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