La Comunidad Europea, salvo Grecia, condena la participación siria en el atentado de Londres

Los países de la Comunidad Europea (CE), con excepción de Grecia, condenaron ayer "la participación siria" en el intento de voladura de un avión comercial israelí el pasado abril y adoptaron un paquete de medidas limitadas contra el régimen de Damasco en un intento de no desairar por segunda vez al Reino Unido, que preside actualmente el Consejo de Ministros de la CE. Las medidas, aprobadas en una reunión ordinaria de los ministros de Asuntos Exteriores de los doce celebrada en la capital británica, no incluyen la retirada de embajadores comunitarios de la capital siria ni la adopción de sanciones económicas.

De los cuatro puntos acordados ayer, sólo uno, la prohibición de venta de armas a Siria, tiene importancia. Los otros tres son puramente simbólicos: la suspensión de visitas de alto nivel por parte de delegaciones de países comunitarios a Damasco y viceversa, el control de las actividades del personal diplomático sirio y la vigilancia de las operaciones de la compañía aérea siria, Syrianair.En realidad, como señalaron a EL PAÍS fuentes diplomáticas en la capital británica, se trataba de que el Gobierno británico, que ostenta la presidencia de la Comunidad hasta el final de año, pudiera salvar la cara ante su opinión pública tras el fracaso de la reunión de Luxemburgo.

A pesar de la cortedad de las medidas, los griegos reiteraron la posición mantenida en Luxemburgo y se negaron a suscribir la condena específica a Siria hecha por el resto de los países comunitarios, incluida España. El viceministro griego de Asuntos Exteriores, Teodoro Pangalos, explicó que Grecia está de acuerdo en la condena del terrorismo internacional, "pero no acepta la responsabilidad del Gobierno sirio en el caso Hindawi".

"Siria es un país serio y nosotros tomamos en consideración lo que dice su Gobierno", manifestó Pangalos, en una referencia a la contestación oficial del Gobierno de Damasco a las acusaciones británicas sobre su pretendida implicación en el caso de Nezar Hindawi, el jordano con pasaporte oficial sirio condenado por un tribunal británico a 45 años de cárcel por su intento de utilizar a su novia irlandesa embazarada para colocar una bomba en un jumbo 747 de la compañía El Al, con 375 personas a bordo.

El ministro heleno dijo que "los británicos han presentado un paquete de pruebas y los sirios otros". "Yo no soy un detective, sino un político y deben ser los expertos los que dictaminen quién tiene razón", añadió Pangalos.

La declaración, leída por el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, señala el deseo de los ministros de los once de enviar a Siria el más claro mensaje posible de que lo que ha sucedido es absolutamente inaceptable", para hacer mención a continuación de las medidas adoptadas. Al mismo tiempo, considera que la contestación de las autoridades sirias "no añade nada nuevo a los hechos expuestos ante el tribunal que encontró culpable a Hindawi".

Los ministros se comprometen a utilizar "todos los medios políticos" a su alcance "para persuadir a las autoridades sirias a fin de que traduzcan en acciones concretas su declarada condena del terrorismo", al tiempo que piden a Damasco que "ponga fin a toda clase de apoyo a aquellos grupos que han participado en actos de terrorismo y que le niegue cualquier clase de facilidades".

En un intento de dejar la puerta abierta a una solución futura, los ministros esperan "una respuesta constructiva de las autoridades sirias", a la vez qu reafirman su compromiso "con la búsqueda de soluciones justas y duraderas a los problemas de la región". A última hora, se decidió incluir en la declaración "la preocupación de los ministros" por la política de asentamientos en los territorios ocupados por Israel favorecida por el nuevo primer ministro, Isaac Shamir.

Una fuente diplomática manifestó a EL PAÍS que la reunión había resultado "por lo menos confusa". El representante griego se refirió a esta "confusión" cuando afirmó en su conferencia de prensa que "algunos Gobiernos no estaban precisamente contentos con la decisión alcanzada". Pangalos se negó a nombrarlos, pero el titular de Asuntos Exteriores de Francia, Jean Bernard Raimond, en su conversación con los periodistas de su país, se refirió a "sirios" más que al Gobierno sirio al hablar de culpabilidades. Sin embargo, reconoció que había habido responsabilidades sirias en el caso Hindawi. "Y, por eso, les hemos hecho saber que eso es inaceptable". Preguntado por la interpretación francesa, Howe manifestó que el representante de Francia había aceptado "sin ninguna reserva" tanto la declaración como las medidas.

[Ni las autoridades sirias, ni la agencia oficial de noticias Sana, ni Radio Damasco reaccionaron anoche contra la decisión de los once, informa France Presse. Por otra parte, el ministro soviético de Exteriores, Edvard Shevardnadze, apeló ayer a los países occidentales a "no identificar a algunos terroristas o criminales con pueblos o países enteros" y se declaró partidario de crear un "ambiente sereno" sobre este asunto.