Tres generaciones de historiadores ofrecen un homenaje a José María Jover y Vicente Palacio Atard
Los catedráticos José María Jover y Vicente Palacio Atard recibieron el testimonio de gratitud de buen número de historiadores en el curso de las Primeras Jornadas de Historiografía, celebradas en Madrid durante tres días y clausuradas ayer. Los dos catedráticos acaban de jubilarse en la Universidad española, tras haber formado a un importante número de historiadores. Javier Tusell, José María Varela, Santos Juliá, Carlos Seco Serrano, entre otros, se dieron cita para ofrecer este homenaje, y desarrollaron una serie de ponencias que reunieron en la Biblioteca Nacional de Madrid a tres generaciones de historiadores.
José María Jover, nacido en Cartagena (Murcia) hace 66 años, ha impartido clases en la Universidad durante más de 35 años. Ingresó en la universidad de Valencia en 1950 y permaneció allí hasta 1964, año en el que se trasladó a Madrid, concretamente a la universidad Complutense, donde ha continuado ininterrumpidamente hasta la fecha de jubilación, el pasado 30 de septiembre. Jover no abandona la Universidad con motivo de su jubilación, sino que va a continuar como profesor emérito, una nueva categoría profesional que Jover no sabe bien "en qué consiste" y que relaciona con "ciertos proyectos del tercer ciclo". "Yo, de todas maneras", declara el catedrático, "ya tengo preparados mis cursos de doctorado".Las líneas principales del trabajo de Jover son la historia social del siglo XVIII y la historia de las relaciones internacionales. Este último campo, mucho más extenso, incluye investigaciones que van desde los primeros Austrias hasta la entrada de España en Europa. "Las relaciones internacionales en Europa", afirma Jover, "han estado regidas por tres categorías: hegemonía, equilibrio y neutralidad, tres conceptos básicos para entender las relaciones internacionales en Europa". En lo que se refiere a la historia social del XVIII, Jover ha tendido a utilizar la literatura y los textos literarios para fundamentar y ampliar sus tesis.
Despotismo ilustrado
Para Jover existe un interés extremo por la historia de las relaciones internacionales y una expansión enorme. "Pero", concluye, "faltan centros especializados y formación adecuada para los profesores; en resumen, falta infraestructura".Vicente Palacio Atard, nacido en Bilbao hace 66 años, ha centrado su labor en determinar unas eras cronológicas determinadas en los siglos XVIII, XIX y XX. Palacio desarrolló su labor docente en Valladolid, donde estudió fundamentalmente la política internacional española y las reformas del despotismo ilustrado durante el siglo XVIII. Ya en la universidad madrileña, se centró más en el siglo XIX y XX, en Historia Contemporánea.
Dentro del siglo pasado destacan las investigaciones de Palacio sobre las clases medias y sus monografías sobre la instrucción pública en aquella época. En el XX, el catedrático ha estado interesado en la orientación de los estudios sobre la guerra civil y publicó, por ejemplo, los Cuadernos bibliográficos de la guerra de España. "El espíritu que me movilizaba", afirma, "era superar los planteamientos polémicos de las dos Españas e intentar que nuestro trabajo estuviera inspirado en una voluntad de concordia".
Ideas e información
En el acto de homenaje, organizado por la universidad Complutense y la Biblioteca Nacional, se dieron cita buen número de catedráticos e historiadores, como Juan Pablo Fusi, José Altabella y muchos otros, en un intercambio de ideas e información mutua sobre sus respectivas orientaciones e intereses.Participó en las jornadas cerca de una veintena de historiadores, algunos de los cuales glosaron la obra y la personalidad de los homenajeados.
La jornada de ayer se dedicó fundamentalmente a señalar las vías por las que se desarrolla la historiografía.
