Margaret Thatcher anuncia un aumento del gasto público de dos billones de pesetas

La sorprendente decisión del Gobierno conservador de anunciar, en contra de la filosofía básica defendida hasta ahora por su primera ministra, Margaret Thatcher, un incremento en el gasto público de más de dos billones de pesetas en los próximos dos años es interpretada como un claro indicio de que las elecciones generales se celebrarán el próximo año, quizá antes del verano.

El canciller de Exchequer (ministro de Hacienda), Nigel Lawson, dejó prácticamente sin habla a propios y extraños, en su caso, a diputados conservadores y laboristas, al anunciar el jueves en la cámara de los comunes un cambio de rumbo en la política económica del Gobierno impensable hace sólo unos meses.Lawson aprovechó su informe económico de otoño, que, junto a la presentación del presupuesto en marzo, constituye una de las dos intervenciones tradicionales de los cancilleres del Exchequer ante el Parlamento, para anunciar un incremento del gasto público para los dos próximos años fiscales ligeramente superior a los 10.000 millones de libras (unos dos billones de pesetas).

Pero es que, además, Lawson no excluyó la posibilidad de reducir la presión fiscal directa en el próximo presupuesto, uno de los objetivos más queridos por los conservadores, aunque advirtió que "cualquier libra que se gaste en el aumento del gasto no podrá ser dedicada a reducir los impuestos". Durante su intervención el pasado mes en el congreso anual de su partido, Lawson se fijó el objetivo de reducir la banda mínima fijada en la actualidad en el 29% a un 25%, aunque no quiso pillarse los dedos con una fecha fija.

Los principales beneficiarios de este inesperado maná son los departamentos de Educación, que consigue 2.000 millones de libras (400.000 millones de pesetas) cada año en los próximos dos años, suma que se dedicará principalmente a pagar una reciente subida de sueldos a maestros y profesores; la Seguridad Social, que consigue 1.750 millones de libras en el mismo espacio de tiempo, y las haciendas locales, que recibirán 4.000 millones. Otros 400 millones serán destinados a la construcción de carreteras. Curiosamente, uno de los dos departamentos que no sólo no aumenta sus presupuestos, sino que los disminuye, aunque sea de forma imperceptible y también en contra de anteriores promesas conservadoras, es el de Defensa. Los menores gastos en defensa se deben a una reducción en los efectivos destacados en las Malvinas, como consecuencia de la apertura de un nuevo aeropuerto en la capital, Port Stanley.

Predicciones optimistas

Las predicciones de los indicativos económicos hechas por el ministro de Hacienda son consideradas por una parte de los analistas de la city como "excesivamente optimistas". Según Lawson, el crecimiento previsto para este año será del 2,5%, por debajo de lo previsto en el presupuesto, la inflación se situará en un 3,25% a final del año, menos del 3,5% calculado, y la balanza de pagos por cuenta corriente se mantendrá equilibrada.Para el año que viene, el Gobierno prevé un crecimiento del 3%, una inflación del 3,75% y un déficit en la balanza de pagos de 1.500 millones de libras, el primer año con déficit desde que los conservadores llegaron al poder, en 1979.

El Gobierno predice que el precio del petróleo se mantedrá en torno a los 15 dólares por barril el próximo año y que la cotización de la libra se mantendrá como ahora a lo largo de los próximos 12 meses. En cuanto al desempleo, se prevé una reducción mínima de 3,1 millones a 3,05, una caída de 50.000.

La oposición laborista ha calificado los planes del Gobierno de "compra de votos" y de "poner en escena una cínica representación preelectoral".