La URSS no espera cambios en la política exterior norteamericana

La Unión Soviética se mostraba ayer escéptica sobre las posibilidades de un cambio en la política exterior norteamericana tras la derrota de los republicanos en las elecciones al Congreso estadounidense. No obstante, considera que el fracaso electoral ha sido resultado del descontento ante la política de armamentos y económica del presidente Ronald Reagan, así como de la oposición ciudadana a la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI).

Según la agencia soviética Tass, la Administración de Reagan convirtió las elecciones en un "referéndum" de su política y éstas "demostraron el crecimiento de la insatisfacción en el país, en primer lugar con la política económica". Las elecciones "también mostraron que muchos norteamericanos condenan la política militar de la Administración, y sobre todo su programa de guerra de las galaxias.La cumbre de Reikiavik no es, según los medios de comunicación soviéticos, ajena a la derrota republicana. "El prestigio del Partido Republicano resultó significativamente dañado por el trucaje político utilizado por la Casa Blanca después de la reunión soviético-norteamericana en Reikiavik, para intentar justificar la posición obstruccionista que adoptó".

El resultado electoral ha sido el "golpe más duro" recibido por Reagan en toda su carrera política. Según el comentarista político Valentin Zorin, quien consideró los comicios "un suceso de importancia política capital ( ... ) la mayoría de los electores norteamericanos se negaron a apoyar la política de la Administración norteamericana". En una intervención televisiva, Zorin consideró la derrota republicana como resultado de la política económica y exterior de Reagan, y especialmente de la SDI.

Sin cambios ideológicos

El periódico gubernamental Izveztia, por su parte, hacía hincapié en las perspectivas tras la victoria de los demócratas, y señalaba que "en los últimos tiempos" el Congreso "ha capitulado a menudo" frente a las demandas del Ejecutivo, "especialmente las vinculadas con los programas militares". "Los observadores no se hacen grandes ilusiones en relación a la posibilidad de que se produzcan cambios cardinales en las posiciones del poder legislativo bajo la cúpula del Capitolio", señalaba Izveztia, en un despacho datado en Washington.Según el periódico, Ios primeros comentarios señalan ya que no habrá cambios ideológicos en el Congreso. Además, llama la atención el hecho de que los representantes democráticos que dirigen ahora los comités principales del Senado, en su mayoría, expresan puntos de vista conservadores y comparten muchas posiciones de la Administración en política exterior e interior".