El industrial no fue amenazado, según su familia
La liberación de Lucio Aguinagalde Aizpurúa fuie vivida en el domicilio familiar de éste en Vitoria en medio de una intensa alegría empañada por la muerte del jefe de la brigada de la Ertzantza que llevó a cabo la operación. El portavoz familiar indicó que ninguno de los terroristas que custodiaban al militante nacionalista amenazó a Aguinagalde. Este extremo también fue confirmado por fuentes del Gobierno vasco.
En una conferencia de prensa celebrada en el despacho profesional de Javier Guevara, el abogado que ha actuado como portavoz familiar, el hijo menor de Aginagalde y el propio Guevara afirmaron que según la versión del industrial, sus secuestradores le dejaron leer varios periódicos de los que habían recortado todos los artículos referentes al suceso.
Javier Guevara, subrayó que la familia no tuvo contacto con los secuestradores y que no había realizado gestiones para hacer efectivo un eventual rescate.
Lucio Aguinagalde llegó a su domicilio poco después de las tres y media de la tarde de ayer. Vestía una camisa de felpa de cuadros rojos y azules, la misma con la que aparecía en las fotografías enviadas por ETA a la familia, un pantalón de chandal azul y unas zapatillas de deporte. Según la familia presentaba buen aspecto fíisico, aunque estaba delgado y con barba.
Aún no se ha decidido si Aguinagalde, que ayer dedicó la tarde a recibir algunas visitas como la del lendakari José Antonio Ardanza, realizará en los próximos días una cura de descanso. El portavoz familiar agradeció la actuación de la Ertzantza y, adelantó que pensaban acudir a testimoniar su pésame a los familiares de la víctima.
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