El Patronato de la Alhambra mantiene a Mateo Revilla como director

El pleno del Patronato de la Alhambra y el Generalife, reunido en Granada ayer por segunda vez desde su constitución, aprobó el presupuesto del monumento para 1987, que sobrepasa los 500 millones de pesetas, y la continuidad como director del patronato de Mateo Revilla, que hasta ahora ejercía provisionalmente el cargo. Este acuerdo se mantendrá en suspenso a la espera de que sea ratificado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, pero hay indicios de que Mateo Revilla continuará en el cargo.

La reunión, a la que asistió el presidente del Gobierno andaluz, José Rodríguez de la Borbolla, comenzó a las once de la mañana y concluyó a primeras horas de la noche. Mateo Revilla no almorzó con los miembros del pleno ni asistió a la sesión vespertina. Revilla había explicado que su continuidad en el cargo dependía del acuerdo unánime de las instituciones representadas en el plenario. El Ayuntamiento de Granada manifestó en el pleno su desagrado hacia la gestión de Revilla y su intención de que se nombrara a otra persona.El pleno estudió el avance del plan especial de urbanismo de la Alhambra y decidió inaugurar su exposición pública para el mes próximo. La muestra fue suspendida por la Consejería de Cultura el mes pasado, horas después de que comenzara el montaje. Aunque el avance no tiene carácter vinculante, el Ayuntamiento de Granada mostró su desacuerdo sobre dos propuestas de accesos por medios mecánicos al perímetro de la Alhambra. Una de ellas es la instalación de un funicular que uniría el centro de la ciudad y el nuevo acceso sur a la Alhambra, y otra, un ascensor que partiría desde la ladera del no Darro y conduciría hasta una puerta de las murallas.

También se aprobó una propuesta de cooperación con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para el control del medio ambiente de la zona. El presupuesto de 1987 fue aprobado según la propuesta elaborada por Mateo Revilla, salvo algunas cuestiones secundarias. La regulación económica de la Alhambra es uno de los puntos más importantes acordados ayer y que rompe con la anómala situación administrativa que padeció el monumento hasta que la Junta de Andalucía, en abril de 1985, asumió las competencias sobre él.

Auditoría perdida

Hace ahora un año que se terminó una auditoría sobre la gestión del antiguo patronato que reveló graves anomalías, como la existencia de una cuenta sin fiscalizar en el Banco de Bilbao, donde sólo en 1984 se ingresaron 145 millones de pesetas y en la que tenía firma, entre otros, el ex presidente del patronato Antonio Gallego Morell. También se detectá la existencia de otra cuenta bancaria a nombre del gerente del monumento, Francisco Sánchez Roldán, en el Banco de Santander y en la que figura una reposición de última hora de seis millones de pesetas. La Consejería de Cultura abrió un expediente poco después a Sánchez Roldán.Sin embargo, la auditoría de la Alhambra no vio nunca la luz. Las características intelectuales de algunos de los presuntos implicados en la malversación de fondos originó que el propio PSOE provincial recomendara que se mantuviese en secreto. La auditoría fue enviada al Tribunal de Cuentas, que no actuó al carecer del respaldo, como marca la ley, del Parlamento andaluz. A este problema se unió la huelga durante tres días, hace ahora un año, de los trabajadores de la Alhambra al suspenderse el cobro de unas cantidades que recibían fuera de nómina y que se canalizaban por una de las cuentas fantasma.