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PAÍS VASCO

Enfrentamientos entre gitanos y vecinos de Lezo por el tráfico de drogas en la zona

La comunidad de gitanos instalada en la localidad guipuzcoana de Lezo y los vecinos de este pueblo -de 5.400 habitantes- viven desde hace varios meses en una situación de tensión que se ha agudizado en los últimos días como consecuencia del enfrentamiento suscitado entre ambas comunidades por el tráfico de la droga en la zona. Una denominada Asamblea del Pueblo de Lezo celebró el pasado sábado una manifestación en la que participaron cerca de 1.000 vecinos, que recorrieron las calles en protesta por el tráfico de droga. A últimas horas de la tarde de ayer se reunieron para tratar nuevamente de este asunto.Los habitantes de Lezo acusan a los gitanos de ser los traficantes de droga en la zona y afirman que el número de vehículos y personas que se acercan hasta el pueblo, sobre todo a determinados barrios, no es el habitual; y están convencidos de que el gran número de jóvenes que va hasta los alrededores llega con un solo motivo: buscar droga. Una madre de familia señaló a este periódico que la situación en la que viven muchos gitanos no es la normal. "No se les conoce ningún trabajo, como recogida de chatarra o venta ambulante, y, por el contrario, llevan un ritmo de vida elevado, buenos coches y ropa de calidad".

Algunos vecinos del pueblo han señalado: "Hay personas que vienen a Lezo y que van siempre a los mismos portales. Ellos saben dónde tienen que comprar la droga, y luego en las proximidades se puede ver un número de jeringuillas que no es nada normal. La venta de agujas hipodérmicas en las farmacias de llas cercanías es superior a la habitual y aumenta de forma muy elevada en determinados momentos". Los gitanos, por el contrario, dicen que no todos los habitantes de esta comunidad son traficantes. "Hay culpables, pero también los hay entre los payos", y aseguran que se sienten perseguidos por su condición social. La Asamblea del Pueblo, mediante un comunicado, señala que "en ningún momento se ha ido contra personas de raza gitana, sino tan sólo contra aquellos individuos que se están enriqueciendo contra la salud colectiva de todo un pueblo".

Al margen del conflicto

La alcaldesa de Lezo, Arantxa Ceberio, del PNV, está convencida de que detrás de todo esto hay intereses que no son los estrictamente relacionados con la droga. El Ayuntamiento se mantiene al margen del conflicto desde sus inicios, aunque en un principio estuvo dispuesto a apoyar las iniciativas que partiesen de la Asamblea del Pueblo. La víspera de la primera de las concentraciones, en mayo, aparecieron en las calles de la localidad pasquínes en contra de Arantxa Ceberio y la corporación municipal. El ayuntamiento, señaló la alcaldesa, está realizando todas las gestiones a su alcance, pero de una forma callada, para poder erradicar el problema.Miembros de la Brigada de Estupefacientes de la policía de San Sebastián detuvieron hace meses a un grupo de gitanos de Lezo que fue sorprendido cuando vendía heroína a diversos consumidores que durante toda una jornada se acercaron hasta sus domicilios.

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