Castilla y León, un paraíso para el fin de semana
Una original campaña publicitaria abre nuevas perspectivas al desarrollo turístico de la región
Una original campaña publicitaria, apoyada en la coyuntura especialmente favorable para el turismo que se ha producido en España a lo largo de este año, ha logrado un importante aumento de visitantes en una comunidad autónoma como Castilla y León escasamente dotada de los reclamos al uso para el turismo masivo. Pese a la aparente desventaja, la Consejería de Transportes, Turismo y Comercio de esta comunidad ha puesto en pie un programa que pretende atraer en puentes y fines de semana visitantes de una gran capital como Madrid y de las propias provincias castellano-leonesas.
"Nadie va a Castilla si no es por razones familiares". Esto pensaban, al menos José María Prieto y Miguel Ángel Furones, creativos de una empresa publicitaria madrileña, cuando tomaron a su cargo a comienzos de la primavera, la tarea casi patriótica, dado que Prieto es burgalés y Furones de ascendencia zamorana, de dar, a través de una campaña publicitaria nueva, un vuelco a la imagen tradicionalmente sobria y austera de Castilla y León, que nunca ha merecido la atención de los tour operator nacionales o extranjeros, sedientos de sol, playa, montaña y discoteca. José María Prieto, Miguel Ángel Furones y al menos, siete personas más de la agencia publicitaria Vitruvio 30 trabajaron con ahínco hasta dar con la fórmula ideal para ofrecer una nueva lectura al viejo texto de Castilla.Entre otras seis campañas, la suya resultó ganadora del concurso público convocado por la Junta de Castilla y León -por un coste superior a los 50 millones de pesetas-, y ha sido responsable, en parte, "del más espectacular verano turístico de la región", en palabras del titular de la Consejería de Transportes, Turismo y Comercio, el socialista Juan Antonio Lorenzo.
Furones y Prieto interpretan su éxito como una consecuencia del "cariño" con que tomaron la tarea. "Aunque no se trataba de un contrato muy substancioso, nos parecía una buena oportunidad para hacer algo especial y presentamos nuestra idea muy ilusionados". Y así surgieron los lemas: De dónde hallar bocado a precio de bocadillo; De dónde facer windsurfing sin facer esfuerzos; De dónde facer camping la mesnada de amiguetes; De cómo hallar mil paisajes sin hallar fatigas; Castilla y León, nada más cerca. Textos que han aparecido en vallas y diarios acompañados de dibujos que recuerdan con amable trazo caricaturesco las ilustraciones de los códices medievales. La campaña, según sus autores, "ha merecido elogios hasta de la competencia", y ha despertado la curiosidad de quienes han contemplado tanto los carteles como los spots de TVE.
En un breve texto destinado a la Consejería de Transportes, los autores reconocen que su idea ha sido llevar el tópico hasta sus últimas consecuencias y superar esa imagen a través del guiño cultural y la ironía. Es decir, aceptar este tópico, basado, por otra parte y como casi todos, en una realidad, superarlo dándole la vuelta y mostrar la otra cara de una Castilla y León con agua, montañas y la posibilidad de las actividades más actuales".
Y ése ha sido, en opinión de Juan Antonio Lorenzo, el éxito de la ofensiva publicitaria, haber conseguido romper con la idea tradicional de Castilla como tierra de paisaje seco y monótono que es falsa. Aportando una idea de originalidad y modernidad, que es el camino emprendido por esta región que es la mayor de Europa".
Densidad monumental
Pero esa conflictiva magnitud geográfica repleta de nombres históricos que ha impedido hasta ahora a las Cortes autonómicas decidirse por una capital de la región que ostenta hoy Valladolid sólo provisionalmente, ofrece una importante contrapartida como gancho turístico. Porque Castilla y León acumula varios récords del continente. Con sus 94.000 kilómetros cuadrados es la región más grande de Europa -con apenas 2.500.000 habitantes, lo que la hace de las más despobladas-, encierra un tercio del patrimonio artístico español y en densidad monumental está a la altura de Italia. No obstante, el sector turístico ocupa en la región a unas 45.000 personas, una cifra bastante inferior a la media nacional que se sitúa en el 9% de la población activa. De ahí que el aumento de visitantes obtenido este verano, -en el mes de julio se ha logrado superar en 7,4 puntos la ocupación hotelera de igual mes del verano pasado-, haya provocado una verdadera conmoción en la región.Esta fiebre ha llevado a crear un Consejo Regional de Turismo, aunque son conscientes de que apenas se ha dado el primer paso para captar el turismo interior.
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