Un muchacho de 13 años, muerto a tiros en unas chabolas
Un muchacho de 13 años murió a tiros el domingo en un poblado de chabolas de Oviedo, habitado principalmente por gitanos. Este suceso originó ayer nuevos incidentes: dos chabolas y una furgoneta del presunto autor de los disparos, que se había entregado a la policía fueron incendiadas, presumiblemente, por familiares y amigos de la víctima. También resultó herida el domingo por los disparos una mujer de 60 años, que permanecía ayer ingresada en estado grave.
El domingo a media tarde, un grupo de niños se encontraba jugando en el poblado de Matalablima, en las afueras de Oviedo, cuando se suscitó una discusión entre algunos de ellos. Uno de los muchachos que intervinieron en la disputa, según una versión que se pudo conocer ayer entre los vecinos, era hijo de Julio Montoya, de 51 años de edad, quien, al parecer, decidió intervenir en el conflicto.Julio Montoya disparó contra los muchachos, unos 20, con dos escopetas, una de ellas de cañones recortados, causando heridas que costaron la vida poco después a Alfredo Rubio Hemández, de 13 años. Posteriormente disparó también contra Encarnación Suárez, de 60 años. Esta versión no fue con firmada ni en fuentes policiales ni judiciales, que mantienen una absoluta discreción sobre el asunto.
El presunto autor de los disparos se entregó voluntariamente a la policía poco después de que ocurrieran Ios hechos.
El muchacho no era vecino de Matalablima, y había acudido allí a jugar con un grupo de amigos, según relataron los vecinos.
La familia de Julio Montoya, formada por unos, 20 miembros, huyó del lugar antes de que, ayer por la mañana, un grupo de personas incendiara las chabolas que ocupaban, junto a sus enseres, además de una furgoneta propiedad del agresor. Ya en la tarde del domingo fue necesaria la intervención policial para evitar incidentes entre los familiares que acudieron al hospital a interesarse por los ingresados.
El poblado de Matalablima, próximo a la autopista que une Oviedo con Gijón y Avilés, acoge unas 20 chabolas, en las que reside un número no determinado de personas en condiciones muy precarias.
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