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El comendador, con SIDA

En cuanto al libreto, muy poco se sabe. Los ensayos se realizan a puerta cerrada y Savary no suelta las cerca de noventa cuartillas del texto, alegando que de aquí al estreno en Barcelona. todavía pueden haber cambios. La única información conocida es la sinopsis argumental que va a facilitarse al público de Hamburgo. Lo que allí se lee es una historia de machos, toreros, putas, hippies, cementerios y, droga ambientada en una Barcelona de cromo, entre los años cincuenta y ochenta, con moraleja final -castigo divino- servida por un comendador zombi, aparentertiente enfermo de SIDA. Toma castaña.Savary dice que no se trata de un simple montaje sobre el mito de Don Juan, sino de una verdadera obra literaria -littérature dramatique, como él dice-, en la que hay un ele mento paisajístico fiandamen tal, un environnement, dice, con color, olor y sabor propios: el puerto de Barcelona. Un puerto susceptible de ser sustituido por el de Nápoles, Marsella o Valparaíso, según ellugar donde se representa la obra. En otras palabras: que es una obra capaz de viajar, de venderse -marketing-, que es de lo que se trata.

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Jerôme Savary prepara en Cataluña un montaje sobre el mito de Don Juan

"Le catalan est-il en train de devenir la langue de l'Europe?", le pregunta burlona Nico le Zand (Le Monde, 3 de octubre) a Quim Monzo (sic), a propósito de la pre-view hamburguesa de El tango de Don Joan. A lo que Monzó responde: "Yo no soy nacionalista; escribo en catalán porque vivo en Barcelona. Eso es todo". Lo más probable es que el catalán jamás llegue a ser la lengua de Europa, y hasta es muy posible que, como augura Boadella para el valenciano, su uso quede relegado a las antiguamente denominadas casas de tolerancia galácticas, pero lo cierto es que los alemanes de Hamburgo, todo y confundiendo los molis (salmonetes) con las putas (molls en inglés, idioma galáctico), se van a divertir como cafres. Savary, no lo olviden, jamás ha devuelto un duro.

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