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'La memoria fértil' dedica su espacio al escritor Max Aub

Andrés Fernández Rubio

El programa La memoria fértil, que TVE-2 emite los viernes a las 22.35, dedica hoy su espacio al escritor Max Aub, nacido en París en 1903 y muerto en México en 1972. Este autor prolífico, novelista, dramaturgo y ensayista, refleja en su obra muchos momentos claves de la reciente historia de España, país al que llegó en 1914 y del que salió, para exiliarse, en febrero de 1939. Antonio Buero Vallejo, Manuel Tuñón de Lara y Carlos Barral, entre otros, intervienen en el programa.

El programa destaca en sus referencias a Max Aub la inventiva y el barroquismo que caracterizaba su escritura. Se le presenta como personaje arquetípico de lo que significan las aventuras y desventuras del exilio. Aub, militante del partido socialista, fue agregado cultural de la Embajada de España en París en 1937, y en ese puesto desempeñó un papel importante en el encargo que se le hizo a Picasso para que pintase el Guernica.Abandonó España, y durante la II Guerra Mundial estuvo en diferentes campos de concentración. Escapó luego a México, país en el que vivió hasta su muerte. Antes de morir viajó a España, al menos en dos ocasiones; la primera, en 1969. En esa visita fue a Toledo, donde su amigo Luís Buñuel rodaba la película Tristana. Meses antes de morir viajó de nuevo a España.

Valenciano

Aub vivió en Valencia entre 1914 y 1939. Este hecho fue decisivo para su obra futura. Aunque nacido en París, en una ocasión dijo: "No se es de donde se nace, sino del país que se canta: Moreas, francés; Conrad, inglés; Machado, castellano. O, como no recuerdo quién decía, de donde se estudia el bachillerato; por eso, yo soy valenciano".La obra de Max Aub estuvo en un principio muy emparentada con las corrientes superrealistas. Francisco Ayala, quien fue amigo de¡ escritor, ha dicho que Aub "inició en su primera novela larga, Luis Álvarez Petreña (1934), la transición de la vanguardia hacia un estilo testimonial, y a partir de aquí, su producción novelística llegó a constituir un monumento imponente centrado en el hecho de la guerra civil y el exilio". Entre sus obras narrativas destacan Las buenas intenciones (1954), La calle de Valverde (1961) y Campo de los almendros (1968).

La obra teatral de Aub es amplia, aunque poco conocida en España. En 1983 se estrenó La gallina ciega (1971) en el teatro María Guerrero de Madrid, con estructura dramática de José Monleón. En esa obra recreaba las sensaciones del exiliado que regresa. La crítica destacó, aparte las cuestiones de lenguaje y su calidad literaria, su capacidad de absorción de los recuerdos: el contraste entre la España perdida y recobrada; la sensación de extranjero en su tierra; la lucha interna entre lo que hay que aceptar, reconocer, y esa idea que a veces tuvo el exilio de que España, sin su presencia, se había podido quedar seca.

Una de las quejas continuas de Aub fue contra la indiferencia que produjeron sus obras en muchos medios teatrales. Pese a ello siguió haciendo su propio teatro de espaldas al engranaje comercial y a los hábitos del espectador burgués. En 1968 dijo: "En mis últimas obras, la falta de espectadores me ha llevado a olvidarme de ellos. Supongo que no me lo perdonarán nunca. ¡Qué le vamos a hacer!".

José Monleón participa en el programa de esta noche. Monleón, que ha analizado el experimentalismo del teatro de Aub, su compromiso con la izquierda y su condición de autor moral, ha dicho que su figura es "la de un autor adscrito a una serie de causas que sucesivamente han sido destruidas por la historia".

Manuel Tuñón de Lara, quien también interviene en el programa, ha estudiado lo que constituye el conjunto de novelas históricas de Aub: Las buenas intenciones, La calle de Valverde y El laberinto mágico. Para este historiador, Aub .es más español que nadie, porque lo fue por libérrima elección".

Otra faceta del prolífico Max Aub fue su interés por los medios audiovisuales. En 1942 fue profesor de la Academia de Cinematografía de México. En 1938 había participado, junto al escritor y cineasta André Malraux, en el rodaje de Sierra de Teruel.

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