Aterrorizar a los trabajadores

Los autores de los atentados buscan principalmente aterrorizar a la clase media y a los trabajadores: todas sus bombas han estallado en locales públicos y en horas de gran afluencia. Las víctimas son en su mayoría empleados, dependientes, camareros, oficinistas, estudiantes y amas de casa, personas que desconocen el problema en Oriente Próximo y que de un día para otro se sienten acosadas brutalmente.Los Comités de Solidaridad con los Presos Árabes y de Oriente Próximo (CSPPA) irrumpieron en la vida de los franceses el 7 de diciembre de 1985, y desde el primer momento dejaron claro su objetivo: las dos primeras bombas estallaron en dos grandes almacenes, Galerías Lafayette y Printemps, que son el equivalente en París a El Corte Inglés o Galerías Preciados. Algunos creyeron que los terroristas atacaban sólo locales frecuentados por la clase media y alta francesa y que los suburbios habitados por trabajadores o inmigrantes quedarían a salvo. Por poco tiempo, porque en febrero estallaron dos bombas en librerías frecuentadas por estudiantes, y en marzo se descubrió un potente explosivo en un vagón del metro, precisamente en una de las líneas más populares. La pesadilla continuó. Con cada nuevo atentado los terroristas han ayudado a disipar los equívocos.