Italia extrema las medidas de seguridad ante las amenazas
El Alto Comité de Seguridad Nacional de Italia se reunió ayer por la mañana en Roma, bajo la presidencia del ministro del Interior, Óscar Luigi Scalfaro, para estudiar el mensaje del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos Árabes (CSPPA) en el que se amenaza con desencadenar una ola de atentados terroristas contra la capital italiana.Las autoridades italianas, que han extremado las medidas de seguridad en el país, mantienen la petición de extradición de Georges Ibrahim Abdala, presunto líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Libanesas (FARL), preso en París. El mensaje del citado comité fue recibido en las oficinas de ANSA en Beirut.
Mientras se realizaba esa reunión y en los edificios públicos de Roma se habían adoptado medidas de seguridad para situaciones de "alto riesgo", una llamada anónima creaba el pánico al anunciar que habían sido colocadas dos bombas en la redacción al diario Il Messaggero, situada en pleno centro de la ciudad, y otras tantas en un edificio adyacente. El contenido del mensaje resultó falso, pero sirvió para acrecentar el clima de tensión en Roma. Scalfaro llamó a "mantener la calma".
El grupo que está ensangrentando la capital francesa ha puesto en guardia al Gobierno italiano y amenaza con actuar en Italia si Roma insiste en su decisión de solicitar la extradición de Abdala, y pide, al mismo tiempo, que sean inmediatamente puestos en libertad otros dos miembros del mismo grupo extremista revolucionario, la joven Josephine Abdo Sarkis y Abdula Mansur, que podría ser otro hermano de Ibrahim.
Ambos están condenados en Italia a 16 años de cárcel. Abdula Mansur había sido detenido el 3 de agosto de 1983, mientras subía al tren Orient Express, al haberle encontrado la policía en su maleta casi ocho kilos de Semtex H, capaces de hacer saltar siete rascacielos de 20 pisos, según los expertos.
Josephine fue detenida en Ostia, cerca de Roma, el 20 de diciembre del mismo año, como perteneciente a las FARL, nacidas en 1980 por iniciativa de Abdala, según la policía italiana.
Ayer no había habido aún respuesta oficial ni a las amenazas de las FARL ni a sus peticiones, pero el clima que se palpaba en la presidencia del Gobierno era por lo menos en apariencia de dura firmeza, aunque los italianos saben siempre buscar el atajo del compromiso en estos casos, sobre todo en el delicado diálogo con el terrorismo de Oriente Próximo.
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, reunida ayer en Estrasburgo, expresó su solidaridad con Francia y formuló un llamamiento para reforzar la cooperación europea para luchar contra "la espiral de la violencia y del chantaje".
Giulio Andreotti, ministro de Exteriores de Italia y presidente en ejercicio del comité de ministros de los 21, dijo que dicha acción debía desarrollarse dentro "del respeto a las leyes".
El primer ministro israelí, Simón Peres, por su parte, propuso en Ottawa (Canadá), donde se encuentra en viaje oficial, la creación de una organización internacional para luchar contra el terrorismo.
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