La CE aprueba el acuerdo agrícola con EE UU y las ayudas a la agricultura canaria

La Comunidad Europea (CE) dio ayer su visto bueno, a pesar de la oposición española, a las modalidades de aplicación del acuerdo agrícola concluido en julio con Washington, pero este revés fue acompañado de la aprobación, inesperadamente rápida, de las ayudas estructurales a la agricultura de Canarias. El ministro español de Agricultura, Carlos Romero, no quiso, sin embargo, cuantificar dichas ayudas, porque, aseguró, "su monto va a depender en parte de las peticiones que se generen en las islas".

Los ministros de Agricultura de los doce, reunidos en la capital belga, dieron luz verde al reglamento de aplicación del acuerdo que compensa a Estados Unidos por el cese de sus exportaciones de sorgo y maíz a España desde que ingresó en la CE, permitiéndole vender a buen precio a Europa durante los tres últimos meses de este año 702.000 toneladas de estos dos cereales.Para evitar que, por motivos técnicos y geográficos, el grueso de esta codiciada partida sea adquirido por agricultores del norte de la Comunidad, la delegación ministerial española intentó junto con las de Grecia, Portugal e Italia, que sus ganaderos disfrutasen de un derecho preferente para ofertar o dispusiesen de cupos garantizados, so pena de perder entre un 5% y un 10% de su competitividad. Agricultores y criadores de cerdos serían los más afectados.

La retirada de Italia de este frente sur impidió a la minoría mediterránea seguir bloqueando la adopción del reglamento, que fue finalmente adoptado, al tiempo que el comisario europeo de Agricultura, el holandés Frans Andriessen, hacía una declaración para tranquilizar a sus interlocutores españoles, prometiendo que la Comisión Europea tendrá en cuenta el problema de la competencia entre Estados miembros cuando se produzca el reparto de los cereales.

Promesa de equidad

Esta proclamación de intenciones, que no implica ningún compromiso firme, fue interpretada por el secretario general técnico del Ministerio de Agricultura, Jordi Carbonell, como una "garantía de equidad" en la distribución. El alto funcionario reconoció, sin embargo, que "lo que proponíamos no ha podido funcionar", e hizo a renglón seguido hincapié en la necesidad de observar ahora de cerca la evolución del reparto en el comité de gestión de cereales y, sobre todo, en la de dar la batalla en el futuro para que el acuerdo definitivo con Estados Unidos, que sustituirá al provisional que expira en enero, no perjudique también a los intereses españoles.El titular de la cartera de Agricultura, Carlos Romero, empezó su conferencia de prensa resaltando su "alegría por la aprobación del reglamento de ayudas socioestructurales para el archipiélago canario", al tiempo que alababa el "sentido común" demostrado por sus homólogos europeos, que no condicionaron su voto favorable a la aceptación por el Gobierno de Madrid de la política de la CE de cooperación con países terceros del área mediterránea.

Gran Bretaña, Bélgica y, sobre todo, Francia habían manifestado al principio su intención de vincular ambos asuntos, con la esperanza de que la delegación que encabezaba el jefe de la diplomacia española, Francisco Fernández Ordóñez, en el consejo de asuntos exteriores que se desarrollaba paralelamente, desbloquease la famosa "política mediterránea", lo que se negó a hacer. El presidente en ejercicio de la CE, el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, señaló, no obstante, que "se habían registrado progresos en esta materia".

Ayudas a Canarias

El mencionado reglamento para Canarias incluye medidas de financiación agroalimentaria, disposiciones sobre modernización de explotaciones y ayudas a los jóvenes y asociaciones de productores agrarios.En la agenda de los ministros de Agricultura comunitarios figuraba también la creación en España de una agencia para comprobar la producción de aceite de oliva y evitar fraudes, agencia que la Comisión Europea financiará íntegramente durante sus dos primeros años de funcionamiento, y en un 50% durante el tercero, con un presupuesto global de 1.274 millones de pesetas.

Algunas reservas italianas impidieron a los ministros de Exteriores aprobar el segundo acuerdo del verano con Estados Unidos, concluido en agosto, pero Fernández Ordóñez se mostró confiado en que lo sería en octubre, junto con la reducción al 1% del derecho de aduana abonado por las almendras españolas exportadas a la CE. Así quedaría restablecida la preferencia comunitaria para este fruto español, que hasta ahora pagaba un frente al norteamericano tasados con un 2%.

El responsable de la diplomacia española hizo además ante sus colegas una declaración unilateral con la que España intenta desvincularse de la deuda contraída con la banca internacional, por importe superior a los 60.000 millones de pesetas, por el fracasado Consejo Internacional del Estaño, del que la CE es responsable subsidiario. Esta deuda podría ser abonada con cargo a los sobrecargados Presupuestos de la Comunidad.