Los rectores culpan a la tradición centralista de frenar la autonomía universitaria

Los rectores de las universidades españolas coinciden en culpar a la tradición centralista de ser el principal obstáculo para el pleno ejercicio de la autonomía universitaria. Así se puso de manifiesto en la primera sesión del pleno extraordinario que el Consejo de Universidades está celebrando desde ayer en el palacio de la Magdalena, de Santander, sede principal de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

La reunión plenaria del máximo órgano colegiado de gobierno de las universidades españolas se inició con una ponencia de Josep Maria Bricall, rector de la universidad de Barcelona, quien hizo un resumen de la todavía breve experiencia de autogobierno de las universidades, a partir de la entrada en vigor de la ley de Reforma UniversitariaEl rector de esa universidad catalana subrayó el lastre importante que representa la "herencia del pasado", pero no rehuyó la autocrítica que la institución universitaria puede y debe hacerse.

En este sentido, se preguntó si realmente todos los que participan en el quehacer universitario son tan conscientes como parecen serlo los rectores de las contrapartidas y riesgos que supone el gobierno autónomo de las universidades. Aludió, a este respecto, a cierta tendencia de la comunidad universitaria a eludir responsabilidades planteando siempre sus reivindicaciones unidireccionalmente hacia arriba. En el debate posterior, varios rectores subrayaron la dificultad que está representando para un eficaz ejercicio de la autonomía universitaria la proliferación de órganos de control en algunas universidades, urgidas sin duda por la necesidad de romper con los modos autocráticos del pasado.

Creado por la ley de Reforma Universitaria, el Consejo de Universidades tiene, dijo, competencias para coordinar y planificar la política universitaria y para hacer propuestas en materia reglamentaria.

El Consejo, que se constituyó por primera vez en mayo de 1985, está compuesto por los consejeros de Educación de las comunidades autónomas (Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía, Valencia y Canarias) con competencia universitaria, los 21 rectores de las universidades públicas, así como 15 miembros designados: cinco por el Congreso, cinco por el Senado y cinco por el Gobierno, y lo preside el ministro de Educación.

Planes de estudio

Emilio Lamo de Espinosa, secretario general del Consejo de Universidades, dijo que para finales de este organismo podrá remitir al Gobierno los decretos de modificación de los actuales planes de estudios universitarios. Añadió que, según prevé la reforma de enseñanzas universitarias, habrá importantes cambios en muchas carreras, ya que "es preciso hacer una revisión muy profunda de los actuales planes de estudio".Lamo aseguró que existirá un "núcleo troncal" de al menos un 30% de materias uniformes, que garantizará, entre otras cuestiones, que el estudiante no se vea perjudicado por el cambio de centro. Añadió que es necesario "actualizar el catálogo de títulos, que está distorsionado, en el sentido de que hay pocos de ciclo corto y son obsoletos".

Entre los problemas de urgente resolución relacionados con la enseñanza universitaria Lamo de Espinosa destacó el acceso a la Universidad y el arbitraje de los mecanismos para conseguir, en este trámite, equidad y calidad. Como otros problemas importantes pendientes, Lamo apuntó los concursos de acceso a las plantillas de profesorado y la financiación de las universidades.

Para Lamo de Espinosa, los consejos sociales como unidades administrativas han contribuido a las autonomías de las universidades.

El Consejo de Universidades debatirá, según señaló Lamo de Espinosa, las dificultades que afronta hoy la Universidad y los riesgos internos derivados de la "suma de corporativismos, de intereses coligados que pueden acabar distorsionando su autonomía".