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El CDS tiene "pruebas" de que camiones franceses frecuentan el cementerio radiactivo

Tomás Martín Tamayo, presidente provincial del Centro Democrático y Social (CDS) de Badajoz, informó ayer a este diario que tiene pruebas testimoniales y gráficas sobre la presencia reciente y continuada de camiones franceses de gran tonelaje en la comarca de Azuaga, en las inmediaciones del cementerio de residuos radiactivos de El Cabril, en la Hullera de Valdeinfierno y en Mina de la Oscuridad, en la zona limítrofe entre Córdoba y Badajoz. Portavoces de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), propietaria de las instalaciones, negaron categóricamente estas afirmaciones.

Martín Tamayo relata que en la madrugada del pasado 12 de junio un militante del CDS a bordo de una motocicleta de trial se adentró en la zona que circunda el cementerio nuclear de El Cabril. "El joven", agrega el dirigente local del CDS, "comprobó cómo grandes camiones con placas de matriculación francesa circulaban por los accesos a las instalaciones del cementerio nuclear". La misma observación fue repetida por el joven motorista en la madrugada siguiente "Súbitamente, su presencia fue descubierta por guardas jurados que custodian las instalaciones provistos de transmisores. Fue perseguido por éstos hasta la localidad pacense de Azuaga", añade Martín Tamayo.

Sospechas

Los testimonios del joven, transmitidos a la dirección local de su partido, han servido a Tomás Martín Tamayo, presidente provincial del CDS, para argumentar sus sospechas sobre el supuesto traslado a El Cabril de residuos radiactivos procedentes de Francia.Martín Tamayo precisó que él no afirma que la presencia de los camiones franceses implique necesariamente el traslado allí de residuos radiactivos procedentes de Francia, si bien señaló que "la ciudadanía de la comarca pacense de Azuaga tiene derecho a recibir información sobre qué es lo que allí sucede". Martín Tamayo dijo también que cuenta con numerosos testimonios de vecinos de la comarca para corroborar sus afirmaciones.

Fuentes de la compañía Enresa, propietaria de las instalaciones de El Cabril, desmienten rotundamente las afirmaciones de Martín Tamayo. "Jamás ha habido en El Cabril la mínima cantidad de residuos nucleares procedentes de Francia, ni camiones con matrícula de ese país, ni nada de nada".

"Esa información es falsa del principio al fin. Nunca hicieron viaje alguno de esa naturaleza. En El Cabril sólo se almacenan, con la supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear y el conocimiento de la Junta de Andalucía, residuos de baja y media actividad de origen español. No hay Guardia Civil vigilando instalación alguna. El establecimiento, enclavado en el término municipal de Hornachuelo, es visitable", señaló un portavoz de la empresa en un texto sin firma.

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Otras fuentes informaron que resulta imposible que sean devueltos a España residuos nucleares procedentes de Francia, ya que los únicos que allí se envían para su reprocesamiento son los pertenecientes a la central nuclear de Vandellós I, de los cuales ninguno ha sido devuelto hasta el momento a nuestro país".

Baja actividad

En todo caso, añade, por tratarse de residuos de alta actividad, generalmente combustible irradiado, no serían nunca enviados a El Cabril, que únicamente almacena residuos radiactivos de baja y media actividad.Fuentes de Enresa informaron que las instalaciones de El Cabril albergan unos 10.000 bidones con material residual radiactivo. El cementerio nuclear fue inaugurado en 1961, y hasta 1985 perteneció a la Junta de Energía Nuclear. Recientemente se han reacondicionado sus accesos por carretera, así como los módulos que contienen los bidones herméticos que albergan los residuos.

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