Defensa de Donoso

José Donoso vive en Chile, donde alterna las críticas a la dictadura local con notas como La sombra (El PAÍS, 3 de agosto), que el profesor Jaime Alazraki califica de "incongruentes... hasta inmorales... frívolas e inocuas" (EL PAÍS, 31 de agosto). Alazraki pretende que Donoso se convierta en un anatematizador nionotemático del pinochetismo, hasta ingresar en el panteón de los rnártires, y contrapone sucomportamiento al de Cortázar. ¿Acaso el, Cortázar que escribió Los autonautas de la cosmopista? No, a Cortázar se le disculpan los pasatiempos insustanciales, que rayan en lo sacrílego cuando los firma Donoso. El Cortázar que Alazraki idealiza es el que, desde París, solicitaba la libertad ole los presos políticos siempre que éstos no fueran huéspedes de las cárceles cubanas.Donoso vive en Chile, y si yo dictara la cátedra de Literatura Hispanoamericana desde hace varias décadas en una universidad de Estados Unidos, como el profesor Alazraki, sería infinitamente más pudoroso cuando sintiera la tentación de descalificara quienes no disfrutan de semejante: garantía de intangibilidad. Porque lo "incongruente", "hasta ininoral" y "frívolo", aunque no "inocuo", es denigrar al prójimo cuando éste no se ciñe a las normas de conducta que los savonarolas de turno se obstinan en imponerle desde sus privilegiados santuarios. Uno de los muchos méritos extra,literarios de Donoso consite precisamente en haber interrumpido una cómoda expatriación para ir a hacer lo que le corresponde en Chile.-