_
_
_
_

Fernández Ordóñez inicia hoy su primer viaje a Oriente Próximo tras el reconocimiento de Israel

La visita que hoy inicia a Siria el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, es el primer paso de importancia dado en Oriente Próximo con la diplomacia española desde el establecimiento de relaciones con Israel, el pasado enero. Al emprender el camino de Damasco, España reconoce el papel clave de Siria en cualquier intento de pacificar una región en permanente turbulenciadesde hace cuatro décadas.Siria es un país de apenas 12 millones de habitantes, pobre en recursos naturales, sin tan siquiera el petróleo de otros países árabes, con una grave carencia de divisas extranjeras y de productos básicos de consumo. Y no obstante, no es posible construir nada en Oriente Próximo sin Siria.

Si hiabiera que sintetizar en una sola palabra el por qué Siria tiene un peso muy superior a su poder real, ésta sería un nombre propio: Hafez El Assad. Al presidente sirio se le llama con frecuencia el Bismarck de Oriente Próximo, porque desde que en 1970 accedió al poder, se ha revelado como un estratega de primer orden.

Assad es duro e implacable pero conoce sus límites, nunca se lanza a aventuras estériles, Sus principales cualidades son su capacidad para la supervivencia política, su habilidad para desbaratar el juego ajeno y su paciencia de cazador. Pertenece a una comunidad minoritaria en Siria, la secta esotérica de los alauitas, mientras que la mayoría de la población es musulmana, ortodoxa o sunita.

En Beirut Oeste se hace realidad estas últimas semanas el milagro sirio. El sector musulmán de la capital libanesa conoce su mejor momento de paz y orden desde febrero de 1984. Para ello ha bastado saber que los sirios estaban allí. Son apenas unos centenares de panteras rosas o soldados de elite, su presencia es más bien discreta, pero son suficientes para que inificianos, pistoleros y secuestradores hayan pasado temporalmente a la clandestinidad en el centro de la ciudad. Siria impone respeto.

La 'traición' española

Cuando el pasado enero España estableció relaciones diplomáticas con Israel, su tradicional prestigio ante el mundo árabe tocó fondo. No hubo reacciones espectaculares, porque la operación estaba preparada desde hacía tiempo y porque los árabes se encontraban entonces tan desnudos como ahora para emprender una represalia con la mayoría de los árabes, los sirios vieron en el intercambio de embajadores entre Madrid y Tel Aviv una especie de traición.

Siria solicitó entonces que la Liga Árabe sancionara a España, pero no consiguió su objetivo. Desde ese mismo instante, el embajador español en Damasco, Felipe de la Morena, inició un proceso de recalentamiento de relaciones, cuyo primer resultado fue la visita a Siria el pasado mayo de Luis Yáñez, secretario de Estado para la Cooperación Internacional.

Siria pertenece junto con Argelia y Libia al llamado Frente de la Firmeza frente a Israel. En la práctica, dada la geografía, es el único país árabe que mantiene desenterrada el hacha de la guerra en las fronteras mismas de Israel.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_