El doctor Rutter puntualiza
El domingo día 10 de agosto, su periódico publicó un artículo sobre la ley del aborto. Gran parte del artículo se dedica a reproducir mis opiniones. Me gustaría hacer una serie de matizaciones a este respecto.En primer lugar, el artículo resulta muy confuso en lo que se refiere a las diferencias entre las leyes de aborto española y británica. La realidad es clara y debería exponerse claramente. Las leyes son prácticamente iguales. La mayoria de las mujeres españolas a las que se les practica un aborto legal en Londres se les practica en virtud de que dos médicos atestiguan que su salud psicológica corre peligro. Si su salud psicológica está en peligro, la mujer tiene derecho a abortar también en España, según la Ley Orgánica 9/1985. Si la salud psicológica no corre peligro, el aborto tampoco puede practicarse según la ley británica. No existe, por tanto, justificación para que las mujeres españolas se trasladen a Londres para abortar.
En segundo lugar, quiero aclarar que en ningún momento me he puesto en contacto con las autoridades sanitarias españolas ni con el Instituto de la Mujer para estudiar las posibilidades de abrir una clínica para la práctica de abortos en España.
En tercer lugar, y especialmente importante resulta la afirmación recogida en su artículo respecto a
Pasa a la página 10
Viene de la página 9 que "las numerosas clínicas y consultas privadas que trabajan de forma clandestina [tienen] total seguridad desde el punto de vista sanitario". Quiero resaltar que su periódico ha publicado esta afirmación como un hecho, no como la opinión de alguien en particular. Si su periódico ha realizado una inspección de las mencionadas clínicas y las ha considerado adecuadas "desde el punto de vista sanitario", debería hacer públicos estos datos de forma detallada. Me parece importante aclarar este aspecto porque las afirmaciones contenidas en su periódico tienen, sin duda, gran influencia. Sin embargo, este punto de vista no es compartido por un gran número de ginecólogos españoles. Muchos ginecólogos en España creen que únicamente una clínica legal y acreditada puede ofrecer las condiciones y estándares adecuados.-
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