_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Información contra armamentos

LA REUNIÓN que ha celebrado en la ciudad mexicana de Ixtapa el llamado Grupo de los Seis -integrado por los presidentes de Argentina y México, los jefes de Gobierno de Grecia, India y Suecia, y el ex presidente de Tanzania, Julius Nyerere- ha tenido rasgos que la diferencian de los anteriores encuentros habidos en 1984 y 1985. El de este año se ha caracterizado por el paso de los planteamientos generales, en nombre de la ética internacional, a la preparación y adopción de medidas más concretas, susceptibles de crear mayores responsabilidades a los Gobiernos y a los pueblos en el esfuerzo por alejar la pesadilla del aniquilamiento nuclear. Para ello, antes incluso de las sesiones formales, tuvieron lugar en México y en Ixtapa estudios y seminarios con la participación de científicos de valía de numerosos países, incluidos, por supuesto, norteamericanos. Al encuentro de líderes políticos representativos de los cinco continentes se asociaron así personalidades eminentes de la ciencia y de la cultura.Sería absolutamente erróneo ver en la labor que viene desplegando el Grupo de los Seis una operación tercermundista o una nueva manifestación de las corrientes pacifistas e izquierdistas. Lo sintomático es que un grupo surgido de un modo casi accidental para fijar una posición antinuclear en un momento determinado haya tenido continuidad y esté recibiendo cada vez más simpatías.No cabe duda que este año, despues de catástrofes como la del Challenger y la de Chernobil, la opinión pública internacional se ha dado cuenta del peligro de accidentes incluso en instalaciones dotadas de la más alta tecnología; ello acrece lógicamente el temor al arma nuclear y el rechazo hacia una pretendida seguridad que depende de tecnologías superespecializadas aplicadas a armamentos con un poder destructivo espeluznante. El Grupo de los Seis refleja, sin duda, esta evolución profunda de la opinión pública. Este año el canciller Helmut Kohl ha enviado una carta a Ixtapa asegurando que el Gobierno de la República Federal de Alemania es partidario asimismo de la suspensión de las pruebas nucleares. El Gobierno González, como en otras ocasiones, ha expresado asimismo su simpatía.

La declaración de Ixtapa afirma que hoy la necesidad "más apremiante y crucial" es la suspensión de las pruebas nucleares. Es además el punto en el que un acuerdo parece más posible, puesto que la URSS ha adoptado ya una medida unilateral, que aún no ha anulado. En esta cuestión, los seis han tomado una actitud mucho más concreta y ofensiva en cuanto a las formas de presión para lograr el cese de los ensayos de armas nucleares.

La filosofía que está en la base de esta nueva actitud se puede resumir en los términos siguientes: sin duda, la decisión de suspender las pruebas depende de las superpotencias; pero tal decisión exige, lógicamente, que no se produzcan violaciones, y por tanto es decisivo un sistema de control y vigilancia que garantice la estricta aplicación de la moratoria. Aquí es donde intervienen los no nucleares: el control es cosa de todos; a todos interesa que funcione, ya que sería una forma de alejar el peligro nuclear. En ese orden, la reunión de Ixtapa ha elaborado y sometido a EE UU y URSS un plan concreto de vigilancia internacional de una moratoria o suspensión de las pruebas nucleares; ha propuesto que expertos de los seis Estados se reúnan con expertos norteamericanos y soviéticos para estudiar las propuestas planteadas, que incluyen estaciones sísmicas internacionalizadas -para garantizar su objetividad- en las zonas donde se realizan dichas pruebas, vigilancia sobre las grandes explosiones químicas y otras formas de control dentro y fuera de los territorios de la URSS y EE UU. Es obvio que un plan que garantiza un control absolutamente objetivo de la suspensión de pruebas nucleares no obliga a las superpotencias a decidir esa suspensión, pero sí dificulta el rechazo de esa demanda, que además tiene amplios apoyos. En EE UU ha sido respaldada por votos del Senado y el Congreso.

El científico norteamericano Jerome Wiesner, que fue consejero del presidente Kennedy, ha presentado a la reunión de Ixtapa un proyecto de centro internacional de control o vigilancia de armamentos. En realidad, incluso con satélites privados, empieza a ser posible conocer, y por tanto publicar, actividades militares esenciales de las dos superpotencias. Los suecos acaban de demostrarlo al publicar fotografías que indican una renovada aetividad soviética en Semipalatinsk. La prestigiosa periodista norteamericana Flora Lewis habla en el New York Times de la posibilidad de crear, incluso al margen de las superpotencias, un sistema global de alerta, con una oreja en la Tierra y un ojo en el cielo. La información se convierte en un factor cada vez más importante en la lucha contra la demencia de la carrera nuclear. Las superpotencias tienen el monopolio de las armas de destrucción masiva, pero cada vez menos el de la información.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_