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La oposición negra rechaza la limitada reforma del 'apartheid' propuesta por Botha

El régimen de Pretoria, impávido ante las amenazas de sanciones, está dispuesto a reformar el sistema segregacionista a su manera y su propio ritmo, pero no negociará con el exterior las medidas internas, como la liberación de Nelson Mandela. Esto es lo que se desprende del congreso extraordinario del Partido Nacional, que clausuró el miércoles por la noche el presidente surafricano, Pieter Botha, informa desde Johanesburgo Erik van Ees. La intervención de Botha dejó claro lo limitado de su anunciada reforma, rechazada como restrictiva por la oposición negra.

Botha, que no anunció ningún cambio sustancial, manifestó que consultaría primero al electorado blanco, a través de un referéndum o elección, antes de seguir adelante con un plan para dar a los negros la oportunidad de participar como consejeros en el Gobierno. Según el presidente, esto sería factible a través del Consejo Presidencial, que en la actualidad es el principal órgano consultivo de Suráfrica y en el que ya participan mestizos e indios. Este gesto ya fue mencionado el año pasado cuando se propuso la creación de un Consejo Nacional y era en parte la razón de que se celebrase un congreso extraordinario.Sin embargo, desde que fue mencionado por primera vez, el Consejo Nacional ha sido repetidamente condenado por los negros, que ven en él un medio de impedirles una plena participación en el Gobierno. Incluso un moderado como el dirigente zulú Mangosuthu Buthelezi se ha negado a participar en ese órgano, a, menos que "auténticos" dirigentes negros surafricanos, como Mandela, estén libres y puedan formar parte de él.

El presidente surafricano, por su parte, dejó claro que Mandela no será liberado, salvo que rechace expresamente la violencia como instrumento político, gesto éste que tanto el líder negro como el Congreso Nacional Africano (ANC) han descartado.

Entre tanto, el Departamento norteamericano de Estado se retractó en la madrugada de ayer de las declaraciones realizadas la víspera por el presi dente Reagan en favor de una propuesta surafricana sobre una conferencia que reúna a los países occidentales y de África del Sur, informa France Presse Basándose en informes inexac tos, Reagan creyó que Botha proponía una conferencia sobre el apartheid, señaló el Departamento de Estado.

Se trata de la segunda vez en los dos últimos meses que la Administración riorteamericana tiene que corregir declaraciones de su presidente. El pasado 11 de junio, Reagan creó gran confusión al sugerir que su país podría seguir respetando el tratado SALT II, tras haber declarado previamente lo contrario. Poco después, el portavoz de la Casa Blanca dijo a la Prensa la frase que Reagan había omitido: que el SALT II ya no era válido.

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