Literatura y compromiso
Me parece necesaria la aclaración al lector desinformado que en la discusión entre el escritor peruano Mario Vargas Llosa y el escritor alemán occidental Günter Grass no mediaron sólo las palabras. Quiero decir un secreto a gritos y es que los dos representan directamente, y sin ser ninguna sorpresa, los dos partidos más importantes de la República Federal de Alemania, y quizá lo son también de Europa. Los partidos Socialdemócrata y Democratacristiano. Lo que es cierto es que ambos partidos quieren presentar internacionalmente el rostro humano de un país rico.Paradójicamente, cada uno de ellos presenta un método distinto. La socialdemocracia alemana quiere, con Günter Grass, presentar los ojos del hombre de conciencia, del intelectual en el llamado Tercer Mundo. De ahí sus viajes y declaraciones sobre China, Nicaragua y, ahora, la India. La democracia cristiana, carente de escritores de renombre internacional, invita oficialmente al señor Vargas Llosa para utilizar su rostro de patriarca de la libertad en el continente latinoamericano, mientras que aquí, en la República Federal de Alemania, dicho partido, además de encubrir organizaciones fascistas y capitales internacionales, que nos explotan en nuestros propios países, recorta toda ayuda a los escritores y artistas foráneos que, como yo, somos víctimas de una política cultural absolutamente discriminatoria. Desgraciadamente, esta película cultural se practica no sólo en Alemania, sino en toda Europa, incluyendo España.
¿No les parece sospechoso que la literatura del señor Vargas Llosa escasamente se venda, hablo de sus novelas, en las librerías de Ale-
mania, para que sus declaraciones políticas valgan tantos dólares?
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