Decepción y frustración en medios nacionalistas

La decepción y un cierto sentimiento de amargura constituyen la tónica en medios nacionalistas y en el entorno del Gobierno vasco tras la polémica sobre su participación en un intento de abrir el diálogo con ETA. "La próxima vez que me pidan algo", confiesa un líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV), mientras hace un gesto de lavarse las manos, "me limitaré a mandar un telegrama. Cada vez que hemos hecho una gestión de buena voluntad en este terreno lo han utilizado contra nosotros".Los dirigentes nacionalistas insisten en su comportamiento leal hacia el Gobierno de Felipe González, al que aseguran haber informado previamente y con todo detalle de cada uno de sus pasos. También subrayan que nunca han ocultado su posición favorable al diálogo, ni siquiera en presencia del rey, Juan Carlos o de las máximas autoridades militares.

"Nunca se pierde nada dialogando, y con frecuencia se consiguen algunas cosas, aunque sólo sea el descubrimiento de posibilidades ignoradas en relación con un determinado problema", mantiene el mismo dirigente del PNV.Desgaste político

La convicción de que su intervención en los intentos de facilitar el diálogo con ETA ha servido para que adversarios políticos les hagan sufrir un desgaste ante la opinión pública es compartida en el Ejecutivo de Vitoria. El Gabinete de José Antonio Ardanza celebra el próximo Jueves, día 14, el tradicional Consejo de Gobierno de verano en San Sebastián. Portavoces del Ejecutivo no excluyen que de la sesión en la capital guipuzcoana puedan salir resoluciones importantes, como una declaración institucional sobre el pacto de legislatura firmado con el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE). Representantes de este partido y de Euskadiko Ezkerra comenzaron a exponer en público a finales de la semana pasada la sospecha de que el Gobierno de Vitoria tiene la intención de romper de forma unilateral el pacto de legislatura para disolver a continuación el Parlamento autónomo.

Ambos partidos coincidían en señalar la posibilidad de que el enfrentamiento con el Gobierno central pueda servir de pretexto para ocultar la verdadera razón de las elecciones anticipadas, la crisis del PNV, que continúa larvada.

'Crisis' en el Gabinete

Dirigentes socialistas van más lejos en sus apreciaciones, y en conversaciones privadas se preguntan si el propio Ejecutivo de Vitoria no está sufriendo una crisis interna, motivada por el deseo de alguno de los más importantes consejeros de abandonar el Gabinete de José Antonio Ardanza, que haría necesario buscar cortinas de humo para hacer inviable la continuidad de la legislatura hasta su agotamiento en 1988.