Arzalluz
El señor Arzalluz, en su dominical homilía de Deia, ha dicho que ETA quiere negociar, y Madrid, no, lo cual quizá sea cierto, pero un planteamiento de este tipo no sólo coloca a un mismo nivel dialéctico a un sistema político democrático avalado por la mayoría de la población con un grupo terrorista que, cuando menos, nunca se ha presentado bajo tales siglas a unas elecciones, sino que encima se les presenta como moderados y dialogantes.Algún cualificado dirigente del PNV ha identificado los objetivos políticos de ETA y del PNV, variando únicamente los métodos, violentos en un caso y democráticos en el otro. De ello se puede deducir que cualquier logro político que obtenga ETA en su lucha será bienvenido por el PNV. Eso sí, rasgándoselas vestiduras cara ala galería, aunque probablemente frotándose las manos por detrás.
Los objetivos del nacionalismo vasco son claros y diáfanos para quien los quiera ver; el propio nacionalismo es el método y el objetivo. Todo el mundo sospecha que para un nacionalisi.a la sangre de un señor de Tolosa es ínfinitamente más valiosa que la de un señor de Villarrobledo, y es que la patria vasca es para ustedes lo primordial, y todo lo demás es secundario. Pero para muchos no nacionalistas, ni vascos, ni españoles, ni de ningún otro sitio, hay valores objetivos superiores al nacionalismo, corno el humanismo, la ética, la solidaridad, incluso el sentido común. Algunos nacionalistas, como los de Euskadiko Ezkerra, ya lo empezaron a asumir hace tiempo. Si algún día logra el nacionalismo vasco sus objetivos finales, mucho me temo que la sociedad que ustedes creen no merezca la pena; no creo que los vascos valiosos estén con ustedes-
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