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España obtiene una reducción del 25% en el precio del gas argelino con efectos retroactivos al 1 de julio

La empresa argelina Sonatrach ha aceptado una reducción de algo más del 25% en el gas natural que suministra a la Empresa Nacional del Gas (Enagas). La baja del precio, acordada en una ronda de negociaciones que concluyeron el pasado 10 de julio en Madrid, coloca el precio FOB (descontado el flete) de la termia del gas en 2,36 dólares, frente a los 3,18 de abril pasado, lo que supondrá ahorros importantes en la cuenta de resultados de la empresa del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). La reducción de los precios de los fueles, producto competitivo con el gas natural, fue posible la semana pasada gracias a la baja del gas importado.

Ésta es la segunda vez en el año que Argelia se presta a reducir el precio del gas natural. La caída del precio de los crudos en los mercados internacionales, sobre cuya, cotización netback (según el precio del mercado) está momentáneamente indizada la cotización del gas que Sonatrach vende a sus clientes europeos, es la razón inmediata del nuevo reajuste del precio, que, como establece el contrato firmado entre las dos empresas, debe ser fijado en el momento de la facturación trimestral de las cantidades entregadas.Las negociaciones entre Sonatrach y Enagas se celebraron a nivel de directores comerciales y se limitaron, según fuentes solventes, a trasladar al caso español las ventajas; en precios concedidas por Sonatrach a Gaz de France, también coincidiendo con el principio del tercer trimestre del año. El contrato existente entre Sonatrach y Enagas permite, en virtud de la cláusula de nación más favorecida, que cualquier descuento en precio concedido a un cliente europeo se traspase, automáticamente, a España.

No obstante, Enagas tiene aún pendiente de revisión con los argelinos la fórmula de precios que, fijados en torno al valor oficial de una cesta de ocho crudos, establece automáticamente cada trimestre la tarifa del gas argelino. La desaparición del mercado de petróleo de los precios oficiales ha forzado a los argelinos a aceptar una fórmula interina indizada sobre precios netback de la misma cesta de crudos.

Discreción argelina

Pero Sonatrach sólo ha dado su visto bueno a ésta en el caso de las ventas a la compañía de gas francesa. Con todo, tanto Enagas como Distrigaz se benefician de ella en función de la cláusula de nación más favorecida.

Los argelinos se han mostrado muy remisos, en las negociaciones mantenidas con sus clientes europeos, a dar mucha publicidad a los nuevos precios que aceptan. La teoría de los argelinos es que la situación del mercado es coyuntural y, por tanto, cualquier concesión que se hace en los precios trimestrales es, a su vez, coyuntural. No aceptan, en este sentido, revisar de manera contractual los términos de la fórmula que figuran en los contratos de suministros, en la esperanza de que los precios del petróleo se recuperen y se restablezca la normalidad.

La aceptación interina de los nuevos precios por parte de los argelinos persigue no perder la competitividad de su gas frente al suministrado por Holanda y la Unión Soviética, que en estos momentos se mantiene algo por debajo de los argelinos, si a éstos se le suman los costes de transporte y manipulación en las plantas de regasificación. Sonatrach tendrá, no obstante, que revisar sus precios para el cuarto trimestre.

Repercusiones

El efecto sobre distribuidoras y consumidores de los nuevos precios está aún por decidir, y será responsabilidad del nuevo equipo energético que se está configurando en el Ministerio de Industria y Energía el proponer su revisión.

Mientras tanto, el Consejo de Ministros de la semana pasada aceptó revisar los precios de los fueles industriales, a los que están indizados los precios del gas, natural en el mercado interior. La revisión de los precios del gas natural se da por descontado en medios oficiales.

A este respecto cabe resaltar la decisión de Gaz de France, que, con efectos retroactivos al 1, de julio y una vez establecidas las tarifas argelinas, decidió revisar a la baja las que carga a los consumidores finales en un porcentaje del 10% para los industriales y un 4,5% para los particulares, con excepción de los que se destinan a calefacción, que lo harán en un 8,5%.

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