Un paquete de medidas de presión, en suspenso

Los 49 países de la Commonwealth acordaron, en su reunión de Nassau, el pasado octubre, considerar una serie de posibles medidas económicas contra Suráfrica si pasados seis meses desde la reunión el régimen de Pretoria no había dado los pasos necesarios para desmontar totalmente el sistema de apartheid y había iniciado igualmente conversaciones con los representantes de la mayoría negra para establecer un Gobierno representativo.Las medidas son las siguientes:

1. La suspensión de los enlaces aéreos hacia y desde Suráfrica. A este respecto, las dos compañías británicas, la estatal British Airways y la privada British Caledonian, han solicitado el establecimiento de rutas entre Londres y Gaborone, capital de Botsuana, situada a sólo 250 kilómetros al noroeste de Johanesburgo, en el caso de que el Gobierno británico accediese a esta sanción (British Airways obtiene unos beneficios de un millón de libras semanales en sus vuelos a Suráfrica). Por su parte, la Prensa británica especulaba ayer con la posibilidad de que, si se adoptase esa medida, Suráfrica alquilase sus Jumbo 747 a las líneas aéreas de Botsuana y Malaui y mantuviese su control previo pago de un elevado canon a esos países.

2. Prohibición de realizar nuevas inversiones y de reinvertir en Suráfrica los beneficios obtenidos en ese país.

3. Suspensión de importaciones de productos agrícolas surafricanos.

4. Terminación de los acuerdos de doble imposición con Suráfrica.

5. Terminación de las ayudas gubernamentales a las inversiones y comercio con Suráfrica.

6. Prohibición a los Gobiernos de suscribir contratos con compañías de mayoría surafricana.

7. Suspensión de la promoción del turismo surafricano.

Por su parte, la Comunidad Económica Europea se pronunciará el próximo septiembre, después de celebrar consultas con Estados Unidos y Japón, sobre la posibilidad de prohibir nuevas inversiones en Suráfrica y terminar con las importaciones de carbón, hierro, acero y monedas de oro de ese país. A esto hay que añadir las medidas aprobadas el viernes por el poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE UU.