Estados Unidos y Japón negocian un acuerdo bilateral para repartir el mercado mundial de 'chips'
Estados Unidos y Japón están negociando un acuerdo para repartirse el mercado mundial de chips, los circuitos integrados para el almacenamienito y tratamiento de datos que han protagonizado la revolución informática, cuyo valor producido anual se eleva a 37.000 millones de dólares (cinco billones de pesetas). Los fabricantes europeos han presentado sus quejas a la Comisión Europea por las prácticas de dumping de Japón. El órgano ejecutivo de la CE adoptará en septiembre medidas para defender la industria europea de la amenaza que representa el acuerdo entre japoneses y estadounidenses.
La conclusión. del acuerdo entre EE UU y Japón ha sido anunciada para hoy, después de ciertas dificultades surgidas la pasada semana. La base del acuerdo, a pesar de las excusas de ambos países (de no querer perjudicar a terceros países, consiste en un reparto del mercado, con la fijación de precios mínimos de referencia para evitar la feroz competencia de los productos japoneses a la industria estadounidense. Esta vigilancia de precios y cuotas de ventas se extiende a las empresas participadas por las multinacionales de los dos países en otros países del mundo, para evitar "desviaciones en el tráfico comercial". Los semiconductores o elementos con que se fabrican los chips constituyen la clave para el dominio del mercado informático porque de ellos proviene el mayor porcentaje de beneficios, dada su favorable relación coste-precio.Los fabricantes estadounidenses de chips conseguirán con el acuerdo poder aumentar sus ventas en Japón más del 20% del consumo interno nipón en un plazo de cinco años, lo que supone como mínimo duplicar su cuota actual. Actualmente, Estados Unidos exporta a, Japón semiconductores o chips por valor de 1.000 millones de dólares, mientras que el consumo japonés asciende a 9.000 millones. El Ministerio japonés de Comercio Internacional e Industria se compromete además a crear una organización para fomentar estas ventas y favorecer las relaciones entre las compañías productoras de ambos países. Los dos Gobiernos establecerán un sistema de consultas y de recolección de datos estadísticos para el seguimiento del mercado.
Mantener la primacía
Las negociaciones entre Estados Unidos y Japón para regular el mercado de semiconductores (los elementos con que se fabrican los chips) surgieron a raíz de las presiones de la industria informática estadounidense y de la amenaza de entablar dos procesos anti-dumping contra los productores japoneses. El acuerdo, que afecta a ocho de los tipos de chips más extendidos en el mercado, se ha visto retrasado por la desconfianza de las compañías productoras norteamericanas sobre la eficacia del control de los precios de exportación de los japoneses, según manifestó anteayer George Scalise, director de la Asociación de Industrias de Semiconductores de EE UU. La pasada semana, tres compañías productoras (Intel, Advanced Microdevices y National Semiconductor) acusaron públicamente a las empresas japonesas de haber bajado en un 22% los precios de uno de los productos más extendidos (Eprom) durante el último mes. Los precios japoneses son un tercio más bajo que el coste aproximado de este tipo de chip en Estados Unidos.
A pesar de que Estados Unidos mantiene la primacía en la producción y el consumo de semiconductores y chips, la penetración japonesa ha afectado sobremanera en los últimos años a las industrias del Silicon Valley, en California, el centro mundial de la microeléctrónica. El brusco cambio de ritmo en la expansión creciente de la industria norteamericana de semiconductores tiene sus ejemplos más claros en las dificultades por las que han pasado muchas empresas, algunas tan poderosas como Motorola, Intel o Mostek. Las ventas de semiconductores han descendido de 28.000 millones de dólares en 1984 a 21.500 millones en 1985. Para este año se espera alcanzar la cota de 25.000 millones.
La producción, agrupada por el país donde tienen fijada su sede central las compañías multinacionales, también es favorable a Estados Unidos, que concentra el 64,8% (24.000 millones de dólares de un total de 37.000 millones). Japón es el segundo productor mundial, con cuotas crecientes de fabricación y ventas en base a una política de precios muy bajos, que algunos países califican de comercio desleal (dumping). La expansión más significativa ha sido protagonizada por empresas como Fujitsu, Hitachi, Matsushita, Mitsubishi, NEC y Toshiba. los fabricantes europeos han reaccionado con preocupación ante el acuerdo entre Estados Unidos y Japón y han anunciado la presentación de una demanda antidumping contra los productos japoneses. Al margen de la acción de los fabricantes, los Gobiernos de Francia y el Reino Unido sometieron al Comité 113 de la CE, que entiende estos temas, el estudio de las implicaciones del acuerdo entre las dos potencias de la microelectrónica.
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