Un atracador mata a una rehén antes de huir de un cerco de la policía en Barcelona

Una mujer resultó ayer muerta y otras tres personas heridas de bala durante un tiroteo registrado frente al número 128 de la calle de Pau Claris, en Barcelona, entre varios policías nacionales y un individuo que poco antes se había hecho fuerte en el interior de una casa de masajes. El atracador dio muerte a una mujer que tomó como rehén, disparándole un tiro en la cabeza. Después se inició un tiroteo entre las fuerzas de la policía y el atracador, que finalmente huyó.

Según la policía, sobre las ocho de la tarde, un individuo se presentó en una casa de masajes situada en el piso tercero primera de ese inmueble con intención de robar la recaudación. Una mujer que se hallaba en la casa de masajes, instalada en el piso desde hacía año y medio, según un vecino, opuso gran resistencia y empezó a gritar, mientras una inquilina del inmueble llamaba a la policía.

"Con las manos en alto"

Cuando los miembros de la patrulla de la Policía Nacional destacada por el 091 llegaron al rellano, uno de los agentes gritó: "Salga con las manos en alto". El atracador abrió la puerta, pero se parapetó en el cuerpo de Rosa María Borneo Sirvent, de 32 años, una de las dos mujeres que trabajaban en la casa de masajes.El delincuente, que no dejó de apuntar a la sién de la rehén con un arma corta, alcanzó la calle sin problemas. Entonces, sin que se tengan datos precisos sobre el inicio de los disparos, se entabló un tiroteo. "Las balas volaban a decenas", explicó a este diario un vecino que oyó la refriega.

El atracador, con gran sangre fría, se deshizo de la mujer disparándole en la cabeza. Rosa María Borneo murió en el acto. En el tiroteo posterior resultaron heridos de diversa consideración un policía nacional, Eladio Gordo; un turista de nacionalidad india y la propietaria de un establecimiento cercano, que fue alcanzada en el costado.

Los heridos fueron trasladados al hospital Clínico de la capital barcelonesa, a excepción de la mujer, que fue llevada al hospital de Sant Pau, en el que fue sometida de inmediato a una intervención quirúrgica.

Frialdad y agresividad

Según la policía, el delincuente, que demostró una frialdad sólo comparable a su agresividad, huyó del cerco policial, formado por varias patrullas, parando un coche que bajaba por la calle de Pau Claris y que estaba ocupado por un matrimonio.El atracador amenazó con su arma al conductor y logró huir, al parecer a bordo de un automóvil azul, sin que hasta el cierre de esta edición haya sido detenido. La policía efectuó más disparos intimidatorios, pero no pudo detener el vehículo. Minutos más tarde, el agresor abandonó este coche y a sus nuevos rehenes en la calle de Santaló.

El delincuente, que se llevó consigo la recaudación de la casa de masajes y algunas joyas de las empleadas, se encontraba, al parecer, herido en el pecho. Según Europa Press, no se descarta que el atracador fuera un cliente habitual de la citada casa de masajes.

El suceso provocó momentos de tensión y pánico entre los transeúntes y conductores que en ese momento se encontraban en la zona.