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UN PASO HISTÓRICO HACIA LA PAZ

Siria rompe relaciones diplomáticas con Marruecos

El rey Hassan II y el primer ministro israelí, Simón Peres, se entrevistaron ayer, por segunda vez en las últimas 24 horas, y sostuvieron conversaciones que, pese a no haber trascendido aún su contenido, han sido calificadas por medios diplomáticos occidentales de Rabat como "históricas y tendentes a procurar cambios importantes en el futuro de las relaciones entre Israel y el mundo árabe". La primera consecuencia de este encuentro ha sido la ruptura de relaciones de Siria con Marrueeos.

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Las reuniones entre Hassan II y Peres se desarrollan sin ningún tipo de publicidad en el palacio Real de Ifrán a 61 kilómetros de Fez y a 221 de Rabat. Siria, que ha sido el primer Estado árabe que rompe las relaciones con el régimen de Rabat, ha sugerido al resto de los países hermanos que secunden su iniciativa.Hasta media tarde de ayer Marruecos no había reconocido aún, ni oficial ni oficiosamente, la presencia en su territorio de Peres y sus conversaciones con Hassan II, mantenidas en francés, sin intérpretes, según fuentes diplomáticas. Funcionarios marroquíes advirtieron a los periodistas que será poco probable que se permita fotografiar al primer mimistro israelí durante su estancia en Marruecos.

Pese a este silencio, entendido en Rabat como resultado de la inicial pretensión, ahora ya frustrada, de su rey de haber mantenido estas conversaciones en el más absoluto secreto, las reacciones contra este país por parte de algunos Estados árabes, entre ellos los del frente de firmeza (los países árabes más radicales), no se han hecho esperar. No en vano la presencia del jefe del Gobierno israelí en Marruecos ha sido toda una sorpresa y, que se sepa -al menos es el comentario generalizado aquí-, sólo tres países del área podrían haber sido informados con antelación de este acontecimiento: Jordania, Arabia Saudí y Egipto. Ayer se especuló incluso con la posibilidad de que el rey Hussein de Jordania se sumase en algún momento a las reuniones, pero un portavoz oficial marroquí aseguró que estas entrevistas son "un asunto entre Marruecos e Israel exclusivamente".

Horas antes de que Peres llegara en un avión especial al aeropuerto de Fez-Sais en la noche del lunes, se supo que el monarca alauí envió primero a Jordania y después a Egipto y a Arabia Saudí a su consejero personal, Mohamed Auad. Oficialmente, y con vistas a la publicidad, se recurrió al despiste, como había ocurrido en días pasados sobre el supuesto cansancio de Hassan II y su incidencia en la suspensión de la visita que tenía previsto iniciar ayer en Washington con una entrevista con el presidente Reagan. En esta ocasión se aseguró, a través de la agencia de noticias MAP, que el consejero Auad se desplazaba a la capital jordana para proponer al príncipe heredero de ese país su ingreso en la Academia Real de Rabat.

Hassan II no informó a su aliado libio, el coronel Muammar el Gaddafi, de su encuentro con Peres. Y ello lo confirmó a mediodía de ayer una emisión de Radio Trípoli, captada en Rabat, en la que se aseguraba que el coronel libio se había llevado, al conocer la presencia del primer ministro israelí en Marruecos, una de las mayores sorpresas de su vida: "SI esta visita es así", declaraba Gaddafi a Radio Trípoli, "ello ya supone un grave quebrantamiento del tratado de unión entre nuestros dos países". Libia y Marruecos cumplirán el próximo mes de agosto, salvo la posibilidad de que se produzca una ruptura en las próximas horas por este acontecimiento, sus dos primeros años de alianza, en la que se incluye la asistencia militar mutua.

La Embajada siria en Marruecos, compuesta por el embajador, Ahmed Isa, y por tan sólo cuatro diplomáticos más, declinó hacer comentario alguno sobre la estancia de Peres en Ifran y sobre la decisión de Damasco de romper con este país. En Damasco, el Gobierno sirio ordenó, al anunciar la ruptura de relaciones con Rabat, la salida inmediata del embajador marroquí y todo el personal diplomático.

La satisfacción era la nota destacada en medios próximos a la Embajada estadounidense, que permaneció en silencio, y en otras cancillerías occidentales, aunque se ha podido saber que estas últimas se vieron también sorprendidas por los acontecimientos, al igual que gran parte del propio Gobierno marroquí. [En Washington el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, declaró ayer que la reunión sorpresa "simboliza un cambio que se ha producido en Oriente Próximo y crea un contexto que puede promover el proceso de paz". Los Gobiernos británico y de la República Federal de Alemania también acogieron positivamente la entrevista.]

Dimensión histórica

Fuentes diplomáticas aseguraron que las conversaciones Hassan II-Peres adquieren la misma dimensión de "históricas", que las celebradas entre el entonces primer ministro israelí Menájem Beguin y el líder egipcio Annuar el Sadat, en 1979, que concluyeron con el acuerdo de Camp David. Las mismas fuentes precisaron que no supone ningún sobresalto que Hassan II tome una iniciativa de este tipo y remitieron a unas declaraciones, efectuadas por el propio rey en abril último, en las que, tras decir que no era ninguna vergüenza hablar cara a cara con un dirigente israelí para tratar la paz en Oriente Próximo, sugería la posibilidad de que la cumbre árabe delegue a un jefe de Estado para iniciar conversaciones exploratorias, serias y sin intermediarios.El encuentro entre Hassan II y Peres no sólo supone una ruptura del boicoteo árabe contra Israel, según las fuentes consultadas, sino que posibilita a Egipto la salida del aislamiento árabe provocado tras Camp David y convierte a Marruecos en el segundo país de esta área que da un paso hacia el diálogo en busca de resolver mediante la paz el contencioso del Oriente Próximo. La personalidad de Hassan II como interlocutor árabe de Peres no sólo es la de un líder de un país moderado sino también la. de una figura importante que acumula en su haber las presidencias de la Conferencia Islámica, del Comité Al Qods (liberación de Jerusalén) y de la cumbre árabe.

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