Berlín y Bonn ponen fin al "caso Meissner" con la salida del científico para la RDA
La República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA) resolvieron ayer el contencioso que les enfrentaba desde el pasado día 9 con motivo del presunto secuestro o supuesto intento de pasar al Oeste del científico germanooriental, Herbert Meissner. El vicepresidente de la Academia de Ciencias de la RDA regresó ayer a Berlín, después de que las autoridades de la RFA comprobaran que lo hacía por propia voluntad."El caso Meissner se ha acabado", dijo el portavoz del Gobierno de Bonn, Friedhelm Ost. Meissner, economista de 59 años, se ha pasado casi una semana refugiado en la delegación de su país en Bonn tras un aparente intento de huir al Oeste y un posterior cambio de idea, rematado con una huida del cuartel general del contraespionaje de la RFA en Múnich.
La salida al caso se logró ayer, cuando el fiscal general, Kurt Rebmann, suspendió los procedimientos legales abiertos contra Meissner como sospechoso de espionaje y anuló una orden de detención en su contra. Antes de partir, Meissner, acompañado por Wolfgang Vogel -abogado germanooriental y hombre de confianza del líder de la RDA, Erich Honecker-, se entrevistó con el secretario de Estado de la RFA para asuntos interalemanes, Ludwig Relilinger, en la sede de la policía judicial federal.
Berlín Este había denunciado que Meissner fue secuestrado. el día 9 por agentes del espionaje de la RFA y forzado a suscribir una declaración en la que anunciaba que se pasaba al Oeste. Bonn dijo que Meissner solicitó asilo político durante un viaje a Berlín Oeste tras ser detenido por una pequeña sustracción en unos grandes almacenes de la ciudad. Después fue trasladido a la sede de los servicios de espionaje en Múnich, donde, al parecer, cambió de opinión.
Poco tiempo después, Rebmann ordenó su busca y captura a partir de un testimonio escrito por Meissner en el que decía que había espiado para la RDA durante sus visitas a Occidente.
Otro caso relacionado con el espionaje quedó resuelto ayer en Múnich al condenar un tribunal de la capital bávara a Manfred Rotsch a ocho años y medio de cárcel por espiar para Moscú durante los últimos 30 años. Rotsch, de 62 años, quien fuera jefe de investigación del potente grupo aeroespacial MBB, pasó información secreta a la URSS sobre el avión de combate europeo Tornado y sobre diversos proyectos de satélites.
Dos checos huyen a Austria
Robert Ospald, de 35 años, obrero, y Zdenek Polil, de 20 años, cerrajero, huyeron el viernes por la noche de Checoslovaquia dejándose deslizar en sendas barquillas de fabricación propia a través de un cable no electrificado de una conducción de alta tensión que cruza la frontera austro-checa.Los dos fugitivos llegaron al lugar, zona prohibida y casi infranqueable, la noche del miércoles. Permanecieron escondidos hasta el viernes, cuando, aprovechándose de una noche de temporal, escalaron una torre de alta tensión, engancharon las dos barquillas y se dejaron deslizar 300 metros hasta la otra torre, ya en Austria.
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