Los ayuntamientos han llegado a su techo fiscal, según el alcalde de Barcelona

"Los ayuntamientos han tocado techo fiscal" manifestó ayer el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, que intervino en el seminario Opciones fiscales de los años ochenta, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. La tesis de Maragall de que no es posible buscar la solución a los problemas financieros de las corporaciones locales en la imposición de nuevas tasas fue contestada por el alcalde de Santander, Juan Hormaechea.

Hormaechea defendió que la capacidad recaudatoria de los ayuntamientos aún es amplia y se mostró partidario de cobrar recargos sobre el impuesto de la renta y contribuciones especiales para financiar los proyectos de inversión.La devolución del recargo cobrado por algunos ayuntamientos, entre ellos el de Santander, que es consecuencia de una sentencia del Tribunal Constitucional, deberá ser asumida por Hacienda, dijo Hormaechea, ya que el Gobierno es responsable de la ley de Saneamiento de las Haciendas Locales, que permitió esta vía y no impidió que se llevara a cabo aun después de presentado el recurso. También expresó la conveniencia de conceder capacidades legislativas en materia fiscal a los grandes municipios, mientras que los pequeños deberían quedar amparados económicamente por los Gobiernos autonómicos o acogerse a esta posibilidad mediante las mancomunidades.

Pasqual Maragall sugirió la necesidad de un pacto al estilo del de la Moncloa para dar solución a los problemas financieros en su conjunto, abordando simultáneamente Administraciones públicas, comunidades autónomas y ayuntamientos. El reducido déficit de los ayuntamientos en comparación con el reflejado por el conjunto de las Administraciones públicas permite arbitrar soluciones desde una perspectiva estatal. Maragall puso como ejemplo que el 58% de los ingresos del ayuntamiento que preside proviene de las 50.000 pesetas que como media pagan al año los barceloneses. Estas altas tasas hacen prohibitiva la vía de recurrir a nuevos tributos de una manera general, aunque existen municipios, como el de Madrid, que pueden acudir a este mecanismo al contar con una presión mucho más baja.

Las distintas posiciones defendidas por los alcaldes presentes ayer en el seminario son una muestra de la falta de consenso para asumir el texto del proyecto de reforma tributaria local elaborado por el Gobierno.