Cuatro miembros de la Escuela de Aeronáutica mueren al estrellarse su avioneta en Tarragona

Los equipos de rescate de la Guardia Civil localizaron ayer los cadáveres de los cuatro ocupantes de una avioneta de la Escuela Nacional de Aeronáutica (ENA), de Salamanca que desapareció el jueves es las proximidades de la población tarraconense de Porrera, en una zona conocida como La Garrantxa. La avioneta, matrícula EC-FELH, una Beach Craft modelo F-33A Bonanza, de fabricación norteamericana, realizaba un ejercicio de prácticas entre Salamanca y Reus y se estrelló contra la falda de una montaña situada al noroeste de Falset, población situada a unos 20 kilómetros de Reus y a 60 de Tarragona, por causas que aún se desconocen.

En el aparato siniestrado, un monomotor de 285 caballos de potencia, viajaban el profesor de la escuela Francisco Javier Gutiérrez Navarro, de 30 años y natural de Salamanca, y los alumnos en prácticas José Eduardo de Valle de Dou, de 24 años, natural de Barcelona; Manuel Rayón López, de 25 años, y José Javier Fuster, de 23, ambos residentes en Madrid.En el momento en que se supone que se produjo el accidente, alrededor de las tres de la tarde -la torre de control de Reus les había concedido minutos antes autorización para aterrizar antes de ésa hora-, la visibilidad en el aeropuerto de Reus era "reducida, pero suficiente", según un portavoz de la ENA. El lugar donde se encontraron ayer los restos de la avioneta, que continuaban ardiendo, está en el Coll de la Teixeta, que tiene una altitud máxima de unos 800 metros. Los cuerpos sin vida de los cuatro ocupantes del aparato fueron encontrados calcinados entre los restos de la avioneta a las 11.15 de ayer.

Durante toda la noche del jueves efectivos de la Guardia Civil buscaron infructuosamente los restos del aparato. Los dos helicópteros desplazados a la zona [uno, de los Servicios Aéreos de Rescate (SAR), llegado de Palma de Mallorca, y otro, de la escuela] y el avión de los SAR no pudieron realizar ejercicios de reconocimiento visual en todo el área hasta el amanecer debido a la nubosidad existente. Los reconocimientos radioeléctricos tampoco dieron resultado. Las tareas aéreas de rescate se reanudaron a las 6.30 y uno de los helicópteros localizó, alrededor de las once de la mañana, el aparato siniestrado, que seguía ardiendo. Tres de los cadáveres fueron encontrados fuera del aparato y uno dentro.

Último contacto

El último contacto de la avioneta con la torre de control de Reus se produjo a las 14.41, sin que nadie hiciera referencia a ningún tipo de problemas con el aparato. Sobrevolaba Falset, a unos 300 metros de altitud, e iba a penetrar en un campo de reducida visibilidad. La hora de llegada a la base de Reus quedó fijada para los siguientes 15 minutos, sin que se registraran en el aeropuerto en ningún momento, las señales de posición de la avioneta.El jefe de vuelos de la escuela, Juan José Cabrejas, manifestó a este diario que la avioneta iba pilotada en el momento del accidente por uno de los alumnos, sin precisar cuál. El aparato tenía mandos dobles, incluido el propio volante, y contabilizaba 3.990 horas de vuelo, una cifra considerada baja para uno de este tipo. Los tres alumnos pertenecían al primer curso de vuelo, tenían una experiencia de unas 350-400 horas de vuelo formaban parte de la octava promoción de la escuela. El profesorado del centro, que depende del Ministerio de Transportes a través de Aviación Civil, es civil desde 1982.

Aunque se desconocen las causas del accidente, el jefe de vuelos de la escuela señaló como una hipótesis que los incendios registrados a principios de semana en las comarcas tarraconenses "podían haber creado dificultades para el aterrizaje", ya que provocan turbulencias que varían las condiciones de navegación de los aviones. La zona del accidente se encuentra cercana a L'Argentera, uno de los focos más importantes de los incendios.