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Los grandes bancos norteamericanos inician el descenso de su tipo de interés preferencial

Francisco G. Basterra

El Chemical Bank, la sexta institución financiera de Estados Unidos, fue el primero en anunciar ayer un descenso de medio punto (del 8,5% al 8%) en su prime rate (tipo de interés preferencial) a consecuencia de la decisión, tomada el día anterior por la Reserva Federal, de recortar el tipo básico de descuento. La decisión del Chemical fue seguida inmediatamente por el Citibank, Morgan Guaranty Trust y First National Bank. El resto de las instituciones financieras norteamericanas continuará en breve este ejemplo.

El dinero está al nivel más bajo desde los últimos ocho años en Estados Unidos, desde noviembre de 1977, tras la decisión de la Reserva Federal (el banco central nortemericano) de reducir en medio punto, de un 6,5% al 6%, el tipo básico de descuento, por motivos puramente domésticos y para estimular una economía estancada. Estados Unidos se ha visto obligado a actuar unilateralmente.

En su primera prueba no ha funcionado la coordinación de las políticas económicas acordadas en la cumbre de Tokio por los grandes del mundo industrial. Ayer, ni en Bonn ni en Tokio había síntomas de un movimiento a la baja del tipo de descuento por parte de los respectivos bancos centrales, y sólo el banco central holandés anunció que disminuía el precio del dinero.

La primera reacción en la bolsa y en medios financieros norteamericanos no ha sido de euforia, ya contaban con la medida y habían descontado previamente sus efectos, y se piensa hoy que sólo una rebaja de medio punto puede no ser suficiente para hacer crecer una economía que languidece a un 2% de crecimiento este año, muy por debajo del 4% proyectado por el Gobierno. Para Wall Street, es "un paso en la dirección adecuada", pero ya se especula con la posibilidad de un nuevo recorte.

Presiones sobre Japón y la RFA

Estados Unidos ha adoptado la decisión sin conseguir una acción similar de los bancos centrales de Japón y la República Federal de Alemania, que esta vez se han negado a aceptar las presiones de Washington para relanzar sus economías mediante una rebaja del tipo de interés básico.El banco central norteamericano disipó finalmente su temor, expresado sobre todo por su presidente, Paul Volcker, de que la disminución del tipo de descuento provocaría una huída de las inversiones extranjeras de este país, que resultan menos atractivas con una política de bajos intereses, causando a su vez una caída excesiva del dólar. EE UU necesita mantener la corriente de capitales extranjeros que le ayuda a financiar su enorme déficit fiscal.

La Reserva Federal ha adoptado un riesgo calculado y opta por el crecimiento interno aún a riesgo de hacer peligrar el tipo de cambio, el dólar en un año ha perdido ya más de un 30% de su valor con relación a las monedas de los 10 paises mas industrializados. Medios financieros estiman que la decisión de Estados Unidos aumenta la presión sobre Japón y la RFA para que adopten una política de reactivación.

La impresión general es que los bancos centrales de ambos países, que han reiterado en los últimos días que no consideran necesario reducir sus tipos de interés básico, esperan a ver el impacto de la decisión norteamericana en los mercados de divisas y si el dólar no cae demasiado, revaluando excesivamente al yen y al marco, quizá se vean obligados a reducir sus tipos de interés.

La Reserva Federal ha explicado su unánime decisión, por seis votos contra cero, por un "crecimiento relativamente lento" de la economía, acompañado de los precios bajos de importantes materias primas, sobre todo el petróleo, y la improbabilidad de un resurgimiento de la inflación. El Gobierno anunció ayer una caída del 6,5%, en los seis primeros meses del año, de los precios al por mayor, el mayor descenso desde 1947. La debilidad de la economía y el déficit comercial están manteniendo una inflación muy baja en Estados Unidos.

Mientras tanto, la banca comercial, que paga menos ahora por el dinero que toma de la Reserva Federal, ha comenzado a rebajar el precio de sus créditos.

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