La mejora del control epidemológico triplica el número de casos de hepatitis detectados

La mejora en los sistemas de recogida de datos epidemiológicos en los centros sanitarios y su notificación al Servicio Regional de Salud de Madrid ha permitido que en 1985 y 1986 se conozca un número de casos de hepatitis vírica -tres veces superior al de 1984, pese a que la repercusión real de la enfermedad no se ha incrementado, según indican fuentes oficiales de dicho servicio.

Los últimos boletines epidemiológicos del Ministerio de Sanidad reflejan, en el apartado referido a las enfermedades de declaración obligatoria, unas citas de casos de hepatitis vírica en la región de Madrid muy superiores a las de cualquier otra comunidad autónoma del Estado. Mientras que en Madrid se señala un número de casos semanales que oscila entre los 350 y los 400, en Barcelona se contabilizan unos 30.La hepatitis vírica no empezó a notificarse oficialmente dentro de la declaración obligatoria de enfermedades infeccionas hasta 1982, según informa el doctor Rafael Bueno, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Servicio Regional de Salud. En aquel año, el cómputo estadístico fue de 2.403 casos. Al año siguiente, de 5.828. En 1984, de 5.372. Y en 1985, año en que se empezó a mejorar el sistema de notificación, se produjo el primer salto espectacular de cifras: 16.444 casos.

"La constatación de este incremento estadístico no significa un aumento de la enfermedad, sino el fruto de la mejora en los servicios de captación y notificación de datos epidemiológicos", explica el doctor Bueno.

"Cuando se incluyó la hepatitis vírica entre las enfermedades de declaración obligatoria", añade, "las notificaciones las hacían sólo los médicos de asistencia pública domiciliaria (APD), pero desde el año 1985 la cobertura de este registro de datos se ha ampliado cada vez a más centros sanitarios".

Según Bueno, "también ha aumentado el número de notificaciones de viruela, paperas y sarampión, sin que en realidad tal incremento se corresponda con que exista un mayor número de casos en la actualidad".

Madrid tiene una incidencia de hepatitis semejante a la de otras grandes ciudades españolas, precisa Bueno, que corresponde a un índice intermedio a nivel internacional. "Es una enfermedad propia del subdesarrollo", apunta, "y su índice baja conforme aumenta el de mejores condiciones del medio ambiente y de la educación sanitaria".

Fuentes del Ministerio de Sanidad y Consumo señalaron, en relación con la diferencia estadística madrileña respecto a otras regiones sobre la hepatitis, que "puede deberse a que en otras comunidades aún no depuran suficientemente los datos". Las mismas fuentes añadieron que "no hay un aumento de la hepatitis vírica en España".

En cuanto a la repercusión en Madrid, Bueno explicó que "la mayoría de los casos, un 90% aproximadamente, es de hepatitis A, en general benigna, no cronificadora, que afecta en mayor medida a la población infantil".