Washington devuelve a Bonn más de 6.000 obras de arte de la Alemania nazi

Más de 6.000 pinturas y dibujos de la Alemania nazi de Adolfo Hitler están siendo devueltas por Estados Unidos a la República Federal de Alemania (RFA), 40 años después de que cruzaran el Atlántico. Funcionarios alemanes confirmaron que esta colección es la más importante en su género, y probablemente la última, de todas las que ha devuelto EE UU desde la II Guerra Mundial. Pero existe bastante incertidumbre sobre qué uso hacer de ella, ante el temor de que el Gobierno federal, que considera las obras de arte propiedad del Estado, se vea demandado por algún artistas que pretenda recuperar sus originales."La verdad es que no estábamos extremadamente interesados en recuperar esta colección", afirma Eberhard Hubrich, alto funcionario del ministerio de Finanzas a cuyo cargo estarán las obras de arte. Los bocetos, acuarelas, más de 300 óleos y algunas esculturas son devueltas a la RFA por iniciativa de EE UU. Las obras se almacenarán en el Museo del Ejército de Baviera, en Ingolstadt, al norte de Munich, en espera de ser catalogadas. Las primeras llegaron en abril en vuelos fletados por la Fuerza Aérea de la RFA y ya se están en el país cuatro quintas partes de la colección.

La mayoría de las obras fue producida por una unidad de arte militar despachada al frente, dentro de la maquinaria de propaganda nazi, para glorificar las victorias de las Fuerzas Armadas hitlerianas. Pero el director del museo bávaro, Ernst Aichner, explica que la colección incluye asimismo dibujos realizados por los soldados y que, por ello, no debe ser calificada sin más de estar ideológicamente inspirada.

"Hay que tener cuidado al utilizar el término arte nazi", explica Richrier. "Muchas de las obras, especialmente las correspondientes a 1944 y 1945, expresan una sensación de desesperación y los horrores de la guerra". Las pinturas y dibujos llevaban 40 años en museos militares de EE UU y algunos, según Hubrich, "colgados en las paredes de las oficinas del Pentágono como botín de guerra".

El acuerdo entre EE UU y la RFA no contiene claústila alguna por la que el Gobierno de Bonri haya de garantizar que no serán empleadas para alimentar el sentimiento neonazi.