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Propuesta de expulsión de un guardia civil tras la denuncia de su esposa contra sus mandos

Los mandos de la Guardia Civil en Valencia han propuesto a su dirección general la expulsión del guardia Juan García Monje, que cumple en Cartagena su segunda condena por insulto a un superior. La decisión le fue comunicada el viernes al guardia civil, enfermo mental. Su esposa, Francisca Vázquez, acusa a los mandos de su marido de ser los causantes de esta situación, motivo por el que los ha denunciado por torturas, coacciones y amenazas, entre otros delitos. Para Francisca Vázquez, la expulsión de su marido de la Guardia Civil es una represalia.

La propuesta de separación del cuerpo le fue comunicada en la prisión por el comandante juez Antonio Jorge del Castillo. La iniciativa es resultado de un expediente abierto contra García Monje, que habrá de resolver el Ministerio de Defensa. Fuentes de la Guardia Civil evitaron concretar las razones que la motivan, aunque, al parecer, el guardia está considerado como "de conducta incorregible".Las mismas fuentes negaron que tuvieran relación la expulsión, "previamente tramitada", y la denuncia presentada el pasado martes contra el general Alvaro Casado Mestre, el teniente coronel Quintiliano Pérez, el comandante Del Castillo, el capitán Burdalo y el subteniente Cuesta.

En la denuncia, Francisca Vázquez afirma que los males de su marido comenzaron en diciembre de 1983, cuando, fuertemente deprimido, pidió una baja temporal que le fue negada. Pocos días después, tuvo un enfrentamiento con un superior que le costó un arresto en prisión tolerada y un consejo de guerra. Al cabo de tres meses, fue decretado su ingreso en un calabozo que se hallaba en pésimas condiciones higiénicas, según la denuncia. Defendido por Salvador Escandell, el abogado de Milans del Bosch, fue condenado dos veces a penas de 24 y 15 meses de prisión. Su depresión evolucionó hasta convertirse en una "psicosis maníaco-depresiva con crisis de gran violencia", según el diagnóstico de un psiquiatra civil.

La expulsión de García Monje obligará a su esposa y sus tres hijos a abandonar su vivienda en el cuartel de Valencia donde viven. La mujer -hija, hermana, nieta, nuera y cuñada de guardias civiles- ha justificado así la denuncia: "Los mandos han destrozado a mi marido y mi familia. Confiaba en que no fueran tan duros con él. Un enfermo no puede estar en prisión. Agotadas todas las posibilidades, me decidí a denunciarlos. Ya no tenía nada que perder". Ayer manifestó que ha recibido muestras de solidaridad de algunos guardias e incluso de algún mando, cuyos nombres no quiso revelar. Para la mujer, la expulsión "es una represalia por la denuncia".

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