EI 'Manifiesto de Lima'
El mejor fruto del congreso de la Internacional Socialista clausurado el domingo fue un Manifiesto de Lima en el que se definen las posiciones de la organización sobre los principales problemas internacionales.Estos son algunos puntos de este documento:
Deuda del Tercer Mundo: Aún en el caso de que los países deudores cumplieran con las prioridades antisociales exigidas por el Fondo Monetario Internacional, la abolición de su deuda representaría un enorme déficit en el comercio de las naciones avanzadas con el Tercer Mundo.
Medio ambiente: El desastre de Chernobil subraya la naturaleza internacional de nuestra preocupación por el medio ambiente. Es hora de planificar la producción de energía sin considerar la energía nuclear.
Desarme: Es imperativo que los límites establecidos en los SALT-I y II sean observados escrupulosamente por ambas partes, y que los arsenales actuales sean recortados bajo acuerdos apropiados de verificación. Cese y prohibición final de todas las pruebas de armas nucleares. El espacio sólo debe ser usado con fines pacíficos.
Terrorismo y antiterrorismo: La IS se encuentra alarmada por la creciente aceptación a las intervenciones militares como medio de resolver los conflictos internacionales, regionales y nacionales.
Oriente Próximo: La paz deberá basarse en el derecho fundamental de todos los Estados de la región a vivir en paz y seguridad dentro de sus fronteras reconocidas, y en el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y a su propia patria nacional. Esta solución requiere el reconocimiento mutuo y simultáneo de israelíes y palestinos en algún momento, y el cese de toda violencia.
Filipinas: La IS acoge con beneplácito el movimiento para un gobierno más democrático en Filipinas y espera que la nueva presidenta, Corazón Aquino, pueda establecer un sistema democrático estable y basado en la reconstrucción nacional.
Suráfrica: Reafirmamos con persistencia nuestro apoyo a la lucha contra el apartheid. El Congreso Nacional Africano, el Frente de Unidad Democrática, los nuevos sindicatos y todas las fuerzas progresistas, cualquiera que sea su origen racial, son para nosotros la esperanza de Suráfrica. Condenamos enérgicamente los recientes ataques de Suráfrica a Boswana, Zinbaue y Zambia.
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