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El Ayuntamiento coloca placas en las chabolas para numerarlas

El Ayuntamiento de Madrid ha colocado en las chabolas situadas junto a la estación de Chamartín unas placas metálicas que numeran cada una de las infraviviendas. Las placas, de color rojo, sujetas a la pared de cada una de las chabolas, tienen la siguiente inscripción: "Gerencia población marginada 10..." (numeración del 1.001 al 1.035). Luis María Huete, diputado del Grupo Popular de la Asamblea regional y candidato al Senado por Madrid, ha solicitado al presidente del Parlamento madrileño la convocatoria de la Comisión de Derechos Humanos para analizar el uso de la expresión población marginada en tales placas.

Enrique Bardají, gerente municipal de Urbanismo, acusó a su vez a Huete de no conocer los problemas que denuncia y de darles una interpretación sesgada y maliciosa.Según reza el escrito enviado al presidente de la Asamblea de Madrid, el socialista Ramón Espinar, Luis María Huete vio las placas en un recorrido electoral realizado el pasado martes por un grupo de casas bajas y chabolas situado junto a la estación de Chamartín.

El diputado conservador dice en su escrito que las placas no llevan ningún sello o marca oficial, "por lo que se desconoce si es una operación de la Gerencia Municipal de Urbanismo o de otras instituciones públicas o privadas Con competencias para proceder a esa extraña calificación y numeración". Huete añade que la utilización de las placas recuerda los métodos empleados en las reservas de indios o en los campos de concentración, y pide su retirada inmediata por lo "degradante" para la condición humana que, a su juicio, supone el uso de dicha inscripción.

El diputado solicita la convocatoria urgente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea, o de alguna otra comisión que se cree al efecto, para debatir las responsabilidades políticas que pudieran derivarse.

La zona de chabolas visitada por Luis María Huete se encuentra en una pequeña hondonada, encajonada entre la estación de Chamartín, el complejo del Centro Norte y los edificios del paseo de la Castellana. El núcleo de casas bajas y chabolas es el último vestigio de lo que fue un barrio populoso de Madrid, que llegó a albergar a más de 1.000 familias, construido por sus propios moradores cuando toda la zona de la actual plaza de Castilla era el extrarradio madrileño.

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Un barrio desaparecido

Hoy apenas quedan seis o siete de sus antiguos habitantes, que fueron expropiados en su mayoría y trasladados a otros barrios. Una treintena de las casas bajas, abandonadas y semiderruidas, ha sido ocupada en su mayoría por familias gitanas, dedicadas a la venta ambulante y la rebusca de la chatarra. El núcleo está rodeado por los lujosos edificios del Centro Norte, los del paseo de la Castellana y la propia estación de ferrocarril.

Las placas, afirmó una mujer gitana, fueron colocadas el viernes de la semana pasada. La mujer no se mostró particularmente ofendida por la leyenda que figura en ellas, y centró sus declaraciones en su interés por acceder a una vivienda en condiciones.

Luis María Huete señala en su escrito que, en sus comentarios con los vecinos, pudo comprobar . el malestar y desconcierto producido por esa calificación pública de población marginada", así como el desconocimiento de los, habitantes del núcleo chabolista. de la finalidad de la operación de recuento.

Señalar con el dedo

Enrique Bardají rebatió las acusaciones de discriminación vertidas por Luis María Huete: "Huete no conoce ni se ha preocupado de conocer de lo que está hablando. .Hace meses se creó un Consorcio para el Realojamiento de Población Marginada, regido por una Gerencia, formado por el Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Obras Públicas, cuyo objetivo principal es facilitar viviendas a las familias que forman lo que se denomina población marginada, sean de raza gitana o no. Necesitamos saber no sólo su número, sino también su forma de vida, para que las viviendas se adecuen a sus necesidades, y si, por ejemplo, una familia vive de la recogida de chatarra y tiene un carro, construirle una vivienda con un pequeño garaje". Está prevista incluso la construcción de núcleos enteros que se ofrecerán a aquellas familias que, por su dedicación a trabajos temporeros, sólo las ocupen durante períodos de tiempo concretos.

"Yo no conozco esas placas en cuestión, pero, desde luego, puedo asegurar que se trata de un simple instrumento del censo, y no como que señalamos a nadie con el dedo. El diputado se limita a hacer una interpretación sesgada y malintencionada del asunto".

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