La tensión entre musulmanes y cristianos origina agresiones y amenazas de muerte en las calles de Melilla
La tensión que desde hace meses se registra en Melilla por los enfrentamientos entre los colectivos musulmán y cristiano se materializó desde la madrugada de ayer en graves altercados callejeros, que hasta la tarde de ayer se concretaron en el intercambio de amenazas de muerte entre grupos radicales y en algunas agresiones físicas. El delegado del Gobierno, Andrés Moreno, decidió poner una escolta policial permanente al dirigente musulmán Aomar Mohamedi Dudú, junto a cuyo domicilio se iniciaron los desórdenes tras el partido de fútbol disputado por las selecciones de España y Dinamarca.
Los incidentes se'iníciaron poco antes de: las dos de la madrugada de ayer, cuando decenas de coches comenzaron a pasar frente al domicilio ¿le Dudú, situado en el número 29 de la calle del General Aizpuru, mientras sus ocupantes mostraban por las ventanillas banderas españolas, hacían sonar las bocinas y coreaban gritos de "viva España", "arriba España", "fuera moros", "Bu¡tre" y otros similares.Ya antes de que se iniciara el paso de los coches, media docena de musulmanes situados cerca del citado domicilio tomaban nota de las matrículas, de los vehículos, y uno de ellos incluso fatografiaba el paso de los mismos. Como respuesta al fulgor de los flashes, se escucharon las frases "¡ros a Marruecos", "os vamos a matar a todos", y otras parecidas¡.
Hacia las 2.10 horas, un grupo d¿tres o cuatro persotiias a pie, situadas a sólo 15 metros de la casa de Dudú, quien había salido al portal de su domicilio, instaba a voces a los ocupantes de los coches a que descendieran de los vehículos y se dirigieran a la casa del dirigente musulmán, que estaba acompañado en ese momento por su mujer y sus dos hijas.
En los minutos siguientes comenzaron a llegar a las proximidades de la casa decenas de musulmanes -hombres, mujeres y niños-varios de ellos armados con grandes navajas, porras y palos, mientras los portadores de banderas españolas alcanzaban ya el centenar y se aproxiinaban a pie, en actitud amenazante, hacia el domicilio de Dudú. Los insultos y las amenazas de muerte arreciaban entre los dos grupos cuando, a las 2.23, llegó el primer coche de la Policía Nacional con dos agentes.
Dos frentes
A las 2.45, un grupo de unos 15 policías desalojó cerca de 60 metros de la calle y esa zona se convirtió en la frontera entre los; dos grupos, formados ya por unas 300,personas en cada lado. "Melilla, Melilla, Melilla, es española, como Melilla no hay ninguna", coreaba el grupo con banderas españolas, mientras en el de los musulmanes algunos exaltados pedían a voces el enfrentamierito físico. "Que nadie me traicione", les respondía Dudú, quien mantuvo dos conversaciones telefónicas con el delegado del Gobierno durante los incidentes.
La tensión se desbocó cuando un grupo de abanderados emprendió la carrera hacia los musulmanes y uno de éstos, de unos 60 años, con un bastón, gritó: "Allah acbar" ("Alá es grande") y emprendió igualmente la carrera frente a los abanderados. Algunos musulmanes exhibieron entonces navajas y porras, y los escasos policías presentes, ayudados por otros musulmanes, lograron a Juras penas impedir el enfrentamiento fisico contra los abanderados, la mayoría de los cuales volvió sobre sus pasos. Comentarios como: "No podemos parar a los que vienen de la Cañada de la Muerte" (el barrio más típico de los musulmanes), "Unos jóvenes nos han sacado una metralleta' y una pistola desde dos jeeps" o "Si quieren-guerra, la tendrán", se sucedieron hastácerca de las cuatro de la madrugada.
"Hoy hemos parado la tragedia, pero mañana..." Éste era el comentario general de policía, musulmanes y cristianos al concluir los incidentes. A las cinco de la madrugada, Mojtar Chaib Ben Chaib, dirigente del colectivo musulmán, presentó una denuncia contra quienes, en su opinión, iniciaron los desórdenes, entre los que figuraba, de acuerdo con el texto de la denuncia, Miguel Ángel Hernández, candidato suplente al Senado por Coalición Popular. "Te voy a cortar la cabeza, Dudú, hijo de puta" y "Ahí está Dudú, vamos a quemar su casa con toda su familia dentro", son algunas de las frases que, siempre según la denuncia de Mojtar, pronunciaban los provocadores.
La policía también condujo a comisaría a dos jóvenes musulmanes, en cuyo coche, según la correspondiente denuncia, fueron encontradas dos grandes navajas. El musulmán que hizo fotografia.s de los coches de los abanderados también fue denunciado.
La delegación del Gobierno difundió ayer un comunicado en, el que se afirma que, tras el partido España-Dinamarca, varios coches se aproximaron al domicilio de Dudú, "adoptando, al parecer, una actitud provocativa", y agrega qUe se ha ordenado "vigilancia permanente del domicilio de Dudú y la asignación a éste de una escolta personal también permanente", extremo que fue duramente criticado por dirigentes de Coalición Popular.
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