La ausencia de Gaddafi, nota destacada en el aniversario de la salida norteamericana de Libia

El máximo dirigente libio, Muammar el Gaddafi, no apareció en público la noche del miércoles, en lo que se esperaba fuera su primera comparecencia pública desde que, el pasado 15 de abril, aviones norteamericanos bombardearan Trípoli y Bengasi.Fuentes oficiales libias habían garantizado la aparición de Gaddaffi a los cerca de 30 enviados especiales -en su mayoría norteamericanos- invitados a la capital del país para asistir a los actos conmemorativos del aniversario de la retirada de las tropas de EE UU de la base aérea de Wheelus, en 1970.

El líder libio pronunció un discurso televisado -pregrabado, según la opinión de técnicos occidentales, a pesar de que se presentó como una comparecencia en directo- de una hora y 50 minutos, que fue transmitido a toda la población mediante altavoces instalados en los edificios oficiales.

"No disponemos de misiles de largo alcance, pero sí de otros recursos" para contrarrestar el poderío militar de Estados Unidos, afirmó Gaddafi, refiriéndose concretamente a los comandos suicidas. "Tenemos capacidad para atacar EE UU", recalcó el dirigente libio, según la traducción efectuada por periodistas conocedores del árabe, pues en ningún momento se facilitó una transcripción del discurso.

Gaddafi, expresó repetidamente su convicción de que Estados Unidos "golpeará de nuevo", y urgió a sus conciudadanos a estar preparados para tal eventualidad. "Toda ciudad libia debe estar armada hasta los dientes, debemos fortificar nuestras costas, tenemos que estar dispuestos a luchar indefinidamente. Debemos luchar y bailar al mismo tiempo", afirmó.

"Estamos esperando a los norteamericanos igual que los peces", agregó, recordando su afirmación de que los pilotos del avión -o aviones- derribado por las baterías antiaéreas libias habían sido devorados por los; animales marinos.

Los periodistas fueron concentrados en la céntrica plaza Verde, adornada con múltiples retratos de Gaddafi, globos gigantescos y un panel luminoso de gran tamaño que mostraba un avión en llamas. El número de espectadores apenas si llegaba a los 2.000. Era multitudinaria, en cambio, la presencia de efectivos militares.