Craxi, Spadolini y otros políticos italianos veranearán en Lampedusa

La isla siciliana de Lampedusa, atacada con misiles por Libia en abril en represalia por el ataque estadounidense a Trípoli y Bengasi, y que estaba amenazada de quedarse sin turistas, se verá inundada por huéspedes italianos de alto rango político. Para demostrar que no hay peligro de un nuevo ataque, el presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, ha anunciado su intención de viajar a Lampedusa. A su iniciativa se ha unido también el ministro de Defensa, el republicano Giovanni Spadolini, y su partido está pensando en fletar un avión para llevar durante el verano a jóvenes militantes.Otro personaje que ya ha anunciado que pasará allí sus vacaciones, con su esposa y, su hijo de 18 meses, es Mario Capanna, secretario de Democracia Proletaria. Capanna acaba de regresar de Trípoli, donde, con otros diputados de su partido, se ha entrevistado con el coronel Muammar el Gaddafi para ayudar al restablecimiento de relaciones cordiales con este país.

Capanna ha declarado que Gaddafi está dispuesto a mantener buenas relaciones con Italia, pero que al mismo tiempo ha amenazado con ofrecer bases militares a la URSS para el despliegue de misiles nucleares SS-20 si Europa no garantiza que impedirá a EE UU utilizar las, bases de la OTAN contra Libia.

Gaddafi ha aceptado cuatro puntos propuestos por Capanna: entrevistarse personalmente con el presidente del Gobierno o con el ministro de Exteriores de Italia; hacer una especie de hermandad entre Lampedusa y otra ciudad libia; liberar a uno de los pesqueros italianos secuestrados en aguas libias en los meses pasados y grabar en un vídeo un mensaje de amistad al pueblo italiano.